Anoréxico, lamina de papel,
endeble criatura,
hombre de cristal, siempre roto.
Dolor,
ahogándote en ese placido mar,
agonía.
Ángel a medio terminar.
¿Qué observabas cuando perdías,
tus calmos ojos claros,
en el fulgor del más puro vacio?
Ángel mas demonio,
fundido en tu pecho,
en tus vómitos,
en la bilis con sangre, derramada por tu boca,
pudrición de tu estomago nauseabundo.
¿Alguna vez fuiste feliz?
Te obligaste muy pronto,
a marchar a los brazos de la muerte.
La escopeta bajo la barbilla,
sórdido despertar,
crujir de plomo y pólvora.
Ángel que mueres,
ángel que te escapas,
ángel de alas rotas,
y de mirada perdida.
Desollado antes de nacer,
muerto mucho antes,
de que la bala quemara la carne,
y se transformara,
en tu final alternativo.
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