Tristeza. Tras los párpados, la angustia se extinguió como un hueco inexistente y vano. Itinerario. La calle se esfumó en un estuario de asombros, bajo los pliegues de la gente. Fantasía. El carruaje se detuvo en la víspera del sueño, para aletargar su hechizo. Metamorfosis. Detrás de su deidad, las almas disputaban el sabor de los mortales. Ana Cecilia.
Texto agregado el 03-05-2003, y leído por 372 visitantes. (5 votos)