Apenas comienza otra noche cuando regreso de otro día para comenzar el encuentro entre las luces nacientes. Presurosa, la luna cubre el lugar donde estás adherida a mi existencia como un marco a un espejo. Tu perfume se hace hoy y lo ubico en mi cara. El silencio cobra vida para terminar en diálogo. La realidad nos acerca Planto mi voz al saludar y cantas tu transparencia al vivenciar quienes somos. Luego vendrán risas, alegrías, cerca de este ancho río cuando recorreremos ambos este puerto idealizado.
Texto agregado el 15-09-2011, y leído por 200 visitantes. (5 votos)