Anhelo de un anhelo
Pude ser atleta, entrenaba por las mañanas, imponiéndome una rutina diaria de ejercicio, comprobaba mi condición física los fines de semana en partidos de futbol y basquetbol. Trabaje la potencia en mis piernas para lograr tocar el aro de la canasta de basquetbol. A pesar de no ser alto logré acariciar el aro con mi salto. La rutina del ejercicio se emplazó sobre mi vida matutina y el dolor muscular como vicio perpetuo.
Ahora soy ingeniero, aplico el razonamiento matemático y algunas teorías de la física. Trabajo como ingeniero geotecnista y solo en la práctica de mi profesión he comprendido, con la repetición de ene desveladas, la teoría de la consolidación unidimensional y el fenómeno de hundimiento regional de Cd. Lacustre. Continúo practicando deporte, ahora he aprendido a nadar en los cuatro estilos reglamentados, soy fondista, he sentido presión en los pulmones y perdido involuntariamente la necesidad fisiológica de respirar, por nadar en ríos de agua helada contra corriente. Soy esposo de I, y soy papá de dos hijos preciosos.
Mientras crezco, siento que algo me falta por descubrir de mí ser, o más bien expulsar lo que esta reprimido en mí. Creo que puedo ser pintor, he dibujado rostros de niños a lápiz y también naturaleza muerta en acuarelas y al pastel. Me hubiera gustado estudiar música o tocar un instrumento, sueño con música, escucho la música creada por mis sueños. Me gusta leer y quisiera estudiar filosofía y letras o pintura y escultura. Escribo para engañar a la rutia, nada más.
Tal vez en el futuro complemente este texto a …soy ingeniero y artista plástico, hago ejercicio, etc, etc. Mientras voy descubriendo la triste y hermosa vida, quisiera volar, quisiera ser piloto de naves siderales para romper la barrera de la velocidad de la luz… —y así sucesivamente hasta agotar mi curiosidad—.
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