Política no es mi interés ni soy norteamericano, simplemente soy un ser humano que reside en los EEUU. Lo que sigue es mi experiencia en aquel famoso día.
A eso de las 7:00 AM recibí una llamada, era mi hermano mayor quien así me telefoneaba:
-¿Estás viendo u oyendo las noticias?-
-No, no a esta hora, me preparo a desayunar y luego irme al trabajo ¿Qué pasa, ganaron anoche los Dodgers?-
-Nada de éso. Algo sucede en Nueva York, anda a ver, es importante. Ya hablaremos más tarde.-
Con mi hermano de ordinario bromeamos, como nunca, esta vez, me pareció estar muy serio. Encendi el televisor, la noticia estaba en todos los canales.
Un avión había chocado contra una de las dos torres del Centro Comercial de Nueva York (the Trade Center Twin Towers). Al parecer había sido un terrible accidente. Aún observábamos aquello cuando un segundo aeroplano se estrellaba contra la otra torre. En este instante todos comprendimos que no había tal 'accidente'.
No voy a relatar todos los acontecimientos, ésto ya ha sido ampliamente cubierto en las noticias, pero en este décimo aniversario de aquel terrible suceso aún se ven fotografías que no habían sido publicadas antes.
Al llegar a mi trabajo (un hospital), solamente de este hecho se hablaba, aún no se aclaraba quien lo había provocado, cómo y por qué.
Cuando en días venideros se aclaró el impacto del ataque en que las víctimas incluían desde presidentes de corporaciones hasta lavaplatos en las 'cafeterías' de los edificios, se inició una campaña para recojer ayuda económica para las familias de los damnificados. Esta idea había sido sugerida por organizaciones tales como la Cruz Roja Internacional.
Practicamente todo aquel que podia hacerlo en el país donó de acuerdo a sus posibilidades y en forma generosa. Las donaciones más cuantiosas eran publicadas en los periódicos y así se supo que la actriz Julie Roberts (entre otros) había donado $3,000,000.00 y sin embargo se sintió una cierta satisfacción saber que de acuerdo a los salarios y en proporción a las entradas, todos habíamos donado cantidades mas o menos similares.
Quizás unos dos días más tarde, una joven compañera de trabajo nacida en Palestina y residente en este país por varios años con sus hijos en escuelas locales me llamó para decirme
-"Ahora los norteamericanos saben como se siente ser bombardeado"-
No diré que sonaba alegre pero definitivamente no se oía triste.
-¿Sabe, N...? Le contesté -"Este comentario suyo será mejor que no lo haga con los del país porque le aseguro que no va a ser bien recibido. Luego, que yo sepa, los EEUU nunca ha bombardeado a Palestina pero ya tuvieron tal experiencia cuando el grito de "Tora-tora-tora" hace sesenta años.-
Para entonces ya se sabía que un tercer avión se había estrellado contra el edificio del Pentágono y que un cuarto avión no había logrado llegar a su blanco intentado que era o la Casa Blanca o el Capitolio de Washington porque los pasajeros habían logrado dominar a los terroristas mientras luego todos perecían en un campo de Pennsylvania.
Dosmil novecientos setenta y siete personas murieron en el ataque que más victimas habia causado en la historia de los EEUU. Personas de varias razas, religiones y nacionalidades que en ese día simplemente trabajaban.
Todos los atacantes eran de paises árabes y huéspedes en este país, quince venían de Arabia Saudita y cuatro de otros píses del Medio Este. Es interesante notar que ninguna agrupación Islámica expresó estar en desacuuerdo o condenar el hecho, tanto en EEUU como en el exterior como más tarde observara la ex-Primer Ministro de Inglaterra Margaret Thacher. Sin embargo en Londres tales grupos declararon a los atacantes ser 'mártires'.
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