Mi vicio es el amanecer, el perfume de las flores, es también embellecer, la vida, con sus colores. Mi vicio son los libros, el canario con su trino ofreciendo con requiebro su corazón peregrino. Mi vicio es ser amigo, es mirar el inmenso mar que le sirve de abrigo a los peces en altamar. Pensar en ti no es vicio pensar en ti es mi placer. Imaginar tu desprecio es seguro, enloquecer.
Texto agregado el 09-09-2011, y leído por 135 visitantes. (5 votos)