Fue un sueño tan placentero,
Que no quería despertar,
Caminabas por un sendero,
Te conducías hacia el mar.
Nos tomamos de la mano
Y caminamos por la playa,
Iba diciéndote “te amo”
Y apretaba tu talla.
Las gaviotas cantaban mil canciones,
Las olas las solían acompañar,
Y te recostaste a mi lado,
Ahí enfrente del bello mar.
Tocó mi mano tu cintura
Y tú te parecías estremecer,
Me decías “Que ricura”,
Y nos quedamos hasta el amanecer.
Nos bañamos en las azules aguas,
Sin importar la desnudez,
Ya nadie ahí se encontraba,
Y yo admiraba tu morena tez.
Besé todo tu cuerpo,
La luna nos miraba,
Y allá a lo lejos,
Una sirena nos cantaba.
Extasiados de placer,
Nos envolvió la arena,
Tu rostro podía ver,
En aquella noche serena.
Hicimos el amor
De mil maneras,
Y tú me brindabas calor,
Al recargar tus piernas.
Así se fue la noche
Y el sol empezó a aparecer,
Te acomodaste el broche
Y me dijiste: “volverá a suceder”
Espero con ansiedad,
Que llegue ese día,
Y de otra vez volverás,
En la playa a ser mía.
Mi lindo Playa Azul,
Pueblito michoacano,
Testigo has sido tú,
De este encuentro cercano.
No abriré los ojos,
Hasta que llegué el día,
Que bese tus labios rojos
Y vuelvas a ser mía.
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