Toda la noche yo pinté la luna,
su luz de plata me quedo de oro,
la hice con líneas y también con alas
y con colores de los más hermosos.

En su silueta coloqué mil aves
y dos estrellas inventé en sus ojos,
su risa perlas, sus mejillas rosas
y de diadema un girasol precioso.

Pinté su alma y una fuente pura
brotó de ella ¡Oh manantial sonoro!,
de corazón le dibujé un lucero,
nunca en el cielo uno tan luminoso.

Ha amanecido y observando el cuadro
como extasiado estoy y tembloroso,
y me pregunto ¿Dónde esta la luna?
solo allí veo tu divino rostro.