Sus miradas se buscaban, no hacian falta palabras y cuando se encontraban ella esquivaba la de él. Al fin se decidió y la mantuvo retadora. La energía de lo prohibido recorrió el cuerpo de ambos electrizados de recuerdos. Él rogó por lo mismo una vez más. Ella decia no.Él insistió y ella volvió a ver en sus ojos recuerdos que la hicieron ruborizar y bajar la vista. Se contemplaron de nuevo y ella sintió como la presionaba. Acéptalo, lo gozaste, parecía decirle. Segundas partes nunca fueron buenas, contestaba ella con picardía mientras entornaba sus ojos. Esta vez será divino, insistía . Ella volvió a negar con su mirada, pero se desmintió a si misma, mordiendose inconscientemente el labio inferior, símbolo de deseos reprimidos, parecia que disfrutaba de un beso. ¡Una vez más, por favor, solo una vez más!. Le imploraba , aumentando fieramente el acoso, porque comprendió que al fin había dejado de luchar contra él para hacerlo contra la parte de ella misma que lo estaba deseando. Del rechazo pasó a la complicidad, él, brilló triunfante. Ella no pudo resistirse más, asintió con su mirada, brillaron sus ojos como siempre llenos de pasion y locura y se entregó, rendida. |