El insomne caballero de lo oscuro atraviesa la estepa con su espada. Un eco repite su nombre entre los morros, el espanto le crispa la piel.

Ha conocido mil veces la cola del dragón la espada del enemigo colosal y miserable, ha transitado por los pantanos más profundos, se ha perdido y vuelto a encontrar. Pero esta vez tiembla como un niño en las sombras, se siente en el páramo del miedo y el sudor frío le cubre la cara. Jamás ha conocido el terror de la noche como lo ve su corazón entumecido por las mismas entrañas que gritan en silencio.

No le teme a la muerte, ni a la derrota. ¿Qué es más poderoso que la muerte o el fracaso? El despertar, el terminar la noche y empezar el día. La vergonzosa realidad que mata la fantasía de todo hombre. La desesperación de encontrarse sin espada ni armadura