Sólo te puedo decir
que tu amor no me es extraño
conozco la mecánica de tus besos
y la temperatura de tu genio
la circunferencia de tus abrazos
y la infalibilidad de tus yerros
el color de tu sonrisa
la lluvia suave de tu nostalgia.
Te sé, te siento, te vivo
y en tu suave arquitectura me deleito
¿Quien sino esa luna
suspendida en la noche
para confirmar con su presencia
como te perpetúo, amor mío...





Al día siguiente, el autor de esta poesía asesinó a su novia de tres puñaladas. Todo por querer atrapar de algún modo la eternidad de ese amor...
(Esto sucedió realmente)