|  La Lluvia y el Reflejo de mi Alma
 El cielo no me fue generoso hoy,
 Y es que yo quería ver el sol,
 Y aún así me deja ver la lluvia y su resplandor,
 A través de mi cristalina ventana de ilusión.
 
 Saboreo una agraciada frutilla,
 Dejo su dulzor en mis tempestuosos labios,
 ¡Qué transparente mi lluvia reluciente!
 ¡Como disfruto de su olor ¡
 Y sus gotas me traspasan las pupilas
 Y es que mi paisaje es envidiablemente bello
 Y con este huerto encantado
 A quien le darían ganas de llorar??
 
 Me pregunto sigilosamente
 ¡Cómo esas piñas de mis bosques
 Que se aferran con tal esclavitud a sus ramas
 Así me aferro yo a la vida
 A mis senderos, a las pestañas de mi soñar.
 
 Mi perro se asoma en la ventana,
 Me confundo, es primavera y no deja de llover,
 Me estará llamando a mojarme con ella bajo la lluvia,
 Le acaricio tiernamente entre las ramas
 Y ella entiende que esta vez desde adentro
 Solo la voy a mirar.
 
 El trinar de los pajarillos
 Alimenta la estrella de mis oídos
 ¡Que más puedo pedir! ¿
 Si todo lo que se asoma es Poesía
 Miro lluvia, bosque, viento, cielo y mar
 ¡Hay! que hermoso en mis pupilas su mirar,
 Tomo aire, lluvia, agua, y ahora sol.
 
 Admiro las rosas desde el incendio de mi alma…
 Y sentada en la sombra de mi ventana,
 Yo bendigo su color,
 Rojas, blancas, fucsias y hasta rosadas,
 Algunas tardarán en asomar, serán las anaranjadas.
 
 Me dejo caer en paracaídas a los frutos de mis árboles,
 Voy saboreando el néctar de su sabor,
 Uvas, cerezas, duraznos…
 Damascos y hasta ciruelas en flor,
 ¡Qué generosa es la tierra conmigo!
 Como me sumerjo en su acuático trinar.
 
 Complemento mi felicidad
 Hablándole a la lengua poética de mi corazón,
 Voy cantando bellas canciones del ayer,
 Voy encantándome en los bellos y sublimes diálogos,
 Poesía generosa y los cuentos de Newen
 Nada se asemeja a esta lluvia que me canta a su pasar
 ¡Habrá paisaje más hermoso!
 Y qué dirán ustedes mis amigos,
 Mis amores, mis hermanos…-
 
 ¡Qué loca y que básica esta soñadora Paloma ¡
 Que de sus ojos propaga lo no humano
 Que de sus frutos y su geografía,
 Se deleita y no se suelta de su mano.
 
 ¡Bellamente Encantada!
 
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