El dolor descansa al lado de la almohada… mientras las moscas danzan intentando no despeinar el habla; pero nada pasa!
Es como estar en medio de la inmensa calma, con cientos de mariposas alumbrando la espesura del karma.
Y tal parece que no existen palabras, tan solo señales que marcan la piel fatigada y quizás olvidada.
Pero sonríe como alejando aquello que pestañea aun a su lado; es libre como los susurros que se escabullen de pensamientos arrinconados… si es soberano y pleno como las líneas de su mano.
Y así, descansa con las migajas de algún dolor que tal vez, se atrincheraron bajo su cama!
Texto agregado el 31-08-2011, y leído por 136
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