Un día llego a mis manos un jazmín que olía a cielo
Disfrute de su perfume, de su fragilidad, de su belleza
De la simplicidad de llegar y hallarlo sobre mi mesa en su pequeña botella
Me enamoró su blancura, con sus destellos de luna
Me enamoraron las manos suaves que lo cortaron para mí
Imaginaba el momento que lo tomaron
las ilusiones que esperanzaban aquella flor antes de ponerla en mis manos
hacerme feliz disfrutando algo tan lindo

Pero… ¿cuánto es necesario recibir para entregar el corazón, el alma?
¿Un jazmín que murió dejando un recuerdo triste?
¡con cuán poco nos conformamos y cuán poco damos!
Amor egoísta a cambio de una flor moribunda
que durará agonizando ¡apenas unos pocos días!

¡Pobrecitas flores! ¡pobrecita yo!
Al no saber distinguir una llama que se apaga
sin oportunidad de buscar leña, dejándola morir…
¡Hubiese incluso sacrificado el tronco de mi adorado jazmín!
Tan solo…
Tan solo, por hacer que este fin precipitado se prolongara solo un poquito más.

Pero no importa, la vida es justa
nos dá todo y cuanto merecemos de ella
aún cuando no lo comprendamos.

La próxima vez... y, si me quieres de vuelta
No volveré a aceptar un cadáver como prueba
me horroriza el sufrimiento de un ser a punto de morir, ahora que lo he comprendido
no deseo ser cómplice de algo tan superficial y mezquino
felicidad de un momento, ¡migajas! ¡no las quiero!

Por mis sentimientos, por mi corazón
Te exigiré el árbol completo y tendrás que cuidarlo para mí
Tendrás que mantenerlo limpio y lleno de vida para que pueda sonreír
Tendrás que hacer un gran esfuerzo, para que pueda sentir que me llena y me mantenga contenta
Cada día! Y, no solo unos cuantos momentos
para que nazca en mí, el deseo de ayudarte a cuidarlo
de trabajar a tu lado, a pesar del tiempo duro
el trabajo de podarlo, regarlo, hacer que lo llene el sol
de espantar los gusanitos y pajarillos que deseen mal tratarlo.
Sé que cuando broten los primeros botones de jazmines y aún más cuando se abran
¡Valdrá la pena!
¡Se verá hermoso!
¡Perfume vivo! !belleza viva!!real!
Como yo y la alegría de saberme feliz de que haya valido la espera
sin dudas ni desconcierto por la sombra del remordimiento, sin cadáveres

¡Pero cuidado!
Aún si estás dispuesto a eso, no me regales el árbol si no estás dispuesto a dar más
Te lo advierto, si me gusta querré un jardín, querré luego un bosque
Pues he aprendido que el amor no es algo estático
Crece con el tiempo, se hace más grande, deja huellas y como el vino sabe mejor
¡quiero un bosque! Poblado no solo de jazmines
¡quiero lirios, quiero azucenas y orquídeas salvajes!
Y, aunque sé que te costará mucho trabajo, lo quiero y ¿sabes por qué?
Porque lo valgo.

Y, si no me regalas un árbol, si no lo haces luego un jardín y por fin un bosque
No importa, no te preocupes, seré feliz
Pues al igual que tú ¡tengo mis manos!