Cuando veas rodar una lágrima en mi mejilla,
sentirás, sin la razón de un porque saber, la soledad que me embarga;
y jamás me verás volver.
Más, si alguna vez, discreto me descubres charlar con mis sueños, te contaré en silencio mi secreto.
… Narraré tu historia, la mía, la nuestra,
escucharás los minutos mas intensos,
los más lentos, que quizás nunca habrás de escuchar;
dedicaré a tu amor, del mío una muestra,
y arderán mis ojos, a la caución de tu mirar..
entonces sabrás lo que siempre negué..
..Es encantador, apasionado,
es recio su andar,
claros sus ojos, de enérgica mirada,
es cálida su voz y su sonrisa perlada…
es acogedor el solo escuchar tu nombre en mis odios.
-Recuerdas? Al mirar fijo a mis ojos
un beso de mi boca robaste-
mil veces ahora me arrepiento
no habértelo ofrecido; tal vez por incorrecto,
tal vez por prohibido;
en el afán de ver un delirio en lo perfecto…
Pensaba ahora en aquel beso,
y por olvidar tu boca, hacía un rezo.
ahora que ya no está aquí,
en los días que no vives más en mí
y siento celos de tu actitud,
porque puedes fingir no querer,
mientras yo al verte, solo puedo desvanecer-
¿Jamás habrás imaginado que tan corto puede ser el amor, y que tan largo resulta el olvido!
.. O, al menos jamás lo sentirás como yo!!
Natalia Riomo.
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