Aquella noche le canté a lo oscuro,
Las coplas de una danza sideral,
Lejano de esta tierra,
Absorbido por el viento.
Libre aquella noche fui un destello,
Perseguido por ancestros terribles,
Y corriendo descalzo por los bosques,
Fui tal vez un crepúsculo pasivo.
Aquella noche fresca fui agua,
Y humedecí las piedras frías e inertes,
Y silbé junto al viento,
las canciones de las plantas.
Aquella noche fui las alas de las águilas,
Y en los espejos de los ríos,
desboqué mi furia renacida.
Y observé las estrellas impasibles,
Que trazaban un sendero,
en el vacio de la noche,
Y en el cenit nacían y morían intermitentes.
Aquella noche fui las alas de las águilas,
Y corrí descalzo por los bosques,
Y fui un crepúsculo pasivo,
Y miré en el cenit las estrellas,
Y en los espejos de los ríos,
Desboqué mi furia renacida.
|