Cuando se fue, tenia miedo. Miedo a que se llevara las estrellas de mi noche, miedo a recostarme ante un lienzo oscuro y vacío.
Creía que moriría de soledad. Moriría esperando, recargado sobre la pared, un tren que nunca partió. Un tren que nos iba a llevar lejos del mundo, solos, donde finalmente fuéramos felices.
Me arrebató las flores de las manos para convertirlas en discusiones. Nunca se fijo en las mariposas, solo veía capullos vacíos. No se fijo en mi sonrisa, se fijo en mi caries. Me dejo pedaleando solo, una bicicleta para dos.
Pero poco sabia, que estabas tu, a la vuelta de la esquina. Con un pincel en la mano, para pintar un cielo estrellado, cazando mariposas y esperando en salas de dentistas (meramente para ver sonrisas en vez caries).
No eres mejor, por que no te puedo comparar. Eres tu. No eres lo que siempre quise, eres lo que siempre necesite. Eres el sueño que nunca imagine que me haria feliz. Pero lo haces. Me haces muy feliz. Me enloqueces, me desesperas, me arrebatas.
Ahora, cuando siento que sigo esperando que llegue ese tren, me doy cuenta que estas ahi. Ahi, enseguida de mi, tomándome de la mano. Me doy cuenta que no tengo que partir a ningún lado. Todo lo que necesito esta aquí a mi lado, sonriéndome. Ya estoy donde quiero estar.
Vamos a caminar, es un lindo dia. |