Yo la verdad que no pensé que un día me casaría…
Veía tan lejos el anillo de compromiso y la sorpresa, que mejor decidí olvidarme del tema, siempre fui la eterna dama de honor y usaba esos horribles vestiditos que las novias escogen para que solo ella sea la que brille en ese tan esperado y especial día.
Mi día llegó… Soy una mujer comprometida, tengo un brillante en mi mano izquierda y me entretengo viendo revistas de novias y flores y pasteles y mil detalles, he de confesar que es una tarea difícil y en momentos me pongo histérica y quiero irme a la vegas y terminar con esto así de simple, pero hay días que me imagino la iglesia llena de flores, mi vestido largo, mi padre y yo caminando hacia el altar y mi hombre esperando por mi pensando en lo hermosa que me veo…
Pero las flores son muy caras y el pastel más, la fiesta ni se diga, todo se resume en dinero y le quitan lo romántico a mi situación, he cancelado y des cancelado mas de diez veces en cuatro meses y en todas me enojo, me deprimo y paso por todos los estados de animo, nada que mis clases de yoga y meditación no hayan solucionado.
En fin aquí estoy a casi dos meses del gran día reanudando actividades, lista para dar el paso… ¿mas esperado en mi vida? Dejaré mi soltería, me volveré fiel, ama de casa, tal vez madre, cocinare todos los días del resto de mi vida, y eso, no es lo peor, lavare trastes por siempre,
tendré responsabilidades…
TODO ESTO POR UNA FIESTA Y UN VESTIDO BLANCO.
|