En algún momento
nos quedamos exhaustos,
tan cansados
que dimos por bueno el silencio...
mirarnos a los ojos se convirtió entonces
en un trabajo mal remunerado...
y se nos secaron las palabras,
caídas al suelo como hojas secas...
perdimos el don de la caricia
y los besos no supieron ya
buscar el pozo que les daba vida
el polvo se adueñó de todo...
la tristeza reptaba por el suelo
y un animal triste y huraño
se acomodó entre las paredes
de lo que antaño fue un hogar...
Texto agregado el 22-08-2011, y leído por 183
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Lectores Opinan
24-09-2011
Veo que encontrastes tu musa..Buen texto;))) playa
30-08-2011
has logrado transmitirme todas esas cosas en las que suelo no pensar y me ha gustado leerlas :) saludos mineth