En algún momento
nos quedamos exhaustos,
tan cansados
que dimos por bueno el silencio...
mirarnos a los ojos se convirtió entonces
en un trabajo mal remunerado...
y se nos secaron las palabras,
caídas al suelo como hojas secas...
perdimos el don de la caricia
y los besos no supieron ya
buscar el pozo que les daba vida
el polvo se adueñó de todo...
la tristeza reptaba por el suelo
y un animal triste y huraño
se acomodó entre las paredes
de lo que antaño fue un hogar...
Texto agregado el 22-08-2011, y leído por 231
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
02-12-2025
Que buen poema...
Es muy agradable leerlo,cuando su escritura está tan bien hecha.
Tan redondito por decir ,que nada lo deja tropezar,que no fluya.
5*
Saludos.
Victoria 6236013
24-09-2011
Veo que encontrastes tu musa..Buen texto;))) playa
30-08-2011
has logrado transmitirme todas esas cosas en las que suelo no pensar y me ha gustado leerlas :) saludos mineth