Ya era tarde para caminar a solas, con quetes y un paquito de marimba del bueno por las calles de Lima.

Hualbert Zolá lo sabía, pero esa noche mixto trás mixto y de los buenos, no quedaba espacio en sus emociones, pensamientos y conductas, para el miedo. Hasta le parecía que el poema "Fight or Flight" que A se lo dedicó hace muchos años, progresivamente se hacía vano, inefable, e inconmesurable, y que por la soledad de las calles de Lima se descualificaba camino a casa.

- Ese A y sus poemas... toda la filosofía de los tres últimos siglos, que el estudió en cuarenta años de su vida, para que como monje tibetano que rueda solitario por el mundo, tenga que olvidarla, y después expresarla inadvertidamente; A ¿Cómo haces para que después y sin que tú lo adviertas se expresen en tus poemas? Cada una de las palabras, no meditada, expresando sin que tú mismo te des cuenta a Goethe, Hegel, Nietzche, Heideger, Schopenhauer, Splanger, Kafka, Weber, Hesse, Hartman, y Delgado el fundador de tu Universidad... ¿Cómo haces para olvidar sin olvidar? ¿Qué es el hombre o quién es el Hombre?... ¿Te preguntas diariamente cómo Zubiri? ¿O cómo Rollo May "como pez en el agua"?... ¿Te crees acaso un Biswanger, para tratar de entender que las teorías como sí no captan al hombre individual y no pueden entonces afrontar su problemática, y que las categorías -lógico-científicas-psicológicas- se diluyen en cada existencia humana concreta?... Todos los dias luchando para ir mas allá de la antìtesis materialismo-idealismo, superada en el presente siglo por el asir de Heideger... ¿Quieres acaso superar el asir, crees que hay una metafilosofía heidegueriana?... ¿Crees que no lo entendí?... ¿Acaso pensaste que te igualabas a ellos?... ¿Acaso crees que te creí cuando decías volvamos al campo?... Llevemos nuestra tecnología y volvamos... ¿Claro -igual que tú- los grandes filósofos médicos, físicos y biologos de los dos últimos siglos?... ¿Cómo antes no, como el cierre de dos milenios de existencia humana?... ¿De eso te vanaglorias?... Caminaba y seguía divagando. Y se dijo, un troncho más y te descualifico A antes de llegar a casa... además en casa me espera un super video de Guns N' Roses -con Axel el que te encanta- y tambien tus videos de Red Hot Chili Peppers, y todas las partituras de todas las músicas que mientras suenan en midi las vemos en las pantallas; hoy día no me importa debatir contigo, basta mi cómoda perezosa de madera de cedro, y una botella de litro de Vodka Absolut, de la cual no probarás ni siquiera un trago...

Sus divagaciones semifilosóficas, semialcohólicas, semiadictas, fueron interrumpidas súbitamente. Interrumpidas primariamente, por el estrato mas básico del ser, por algo físico. Un golpe sobre la frente lo tiró contra el suelo. Borrósamente distinguió a un tipo que cogiéndolo del cuello le decía

- Tate tranquilo hermanito, así nomás te quedas con las chiquitas que te hemos dao

Obnubilado, trató de propinar golpes. Todas sus divagaciones filosóficas se terminaron en un fight(pelea) ya que no pudo realizar el flight(escape), por que eran muchos para él. Cogió a uno y le partió el rostro. Cómo un flash destelló en su conciencia en menos de un milisegundo las palabras de A. Siguió golpendo. Vio la sangre sobre la vereda y la pista. Sus manos estaban ensangrentadas no sabía si la sangre era la suya o de los asaltantes. Cuando recobró la calma, estaba solo, y tendido sobre la vereda de una calle solitaria. Se percató que se encontraba semidesnudo, sin zapatos, sin documentos, y sin las llaves de su casa... Pero lo que más le dolía era estar sin sus quetes y su paquito de marimba de la buena... Reflexionó, pero les saqué su m a dos de ellos, su sangre mancha mis manos y la tierra. Quisiera que me veas A, estarías tan orgulloso. Hualbert Zolá estaba completamente endrogado y contradictoriamente se vanagloriaba de su desgracia.

Lima y otros adictos descualificaron en un instante a Hualbert Zolá y lo transformaron en inconmensurable.

Sus pasos ya no eran los del endrogado correcaminos filosófico anterior. Ahora soy un adicto vencido pensó, solo un fight impotente. Que razón tenía A. Continuó lentamente su marcha por la avenida Canevaro, calle de luces tísicas y amarillentas, y de casas algunas de adobe entremezcladas con edificios modernos. Hualbert Zolá no sabía si era él o las paredes las que se bamboleaban de un lado para otro... No había nadie para confirmárselo. Por lo menos ahora si estóy seguro de algo -dialogó consigomismo-, ya no hay nada más que me puedan robar, salvo mis calcetines viejos, mi calzoncillo y mi camiceta recocidas y reparchadas. No sentía nada... Y para continuar su circular descenso hasta el fondo del averno de la adicción, y sin encontrar una Beatriz que lo conduzca, decidió paralizar todo, sus pensamientos y sus emociones, y hasta olvidar sus creencias, sus dioses interiores... Solamente extrañaba el dulce sabor de su mixto de marimba y pasta. Y los debates con A... tan inflexible y tan progresivo en sus fundamentos filosóficos... si A estuviera a mi lado, se dijo a simismo ...

Llegó semidesnudo frente a su casa pero no había como ingresar... Miró a los alredores y vio unos arbustos. Se acercó a ellos y percibió que unos lumpenhund -así lo hubiera dicho A (de La Noche Quedó Atrás -Out of the night-: perros sarnosos) pensó- dormían, apretujados entre ellos, sobre viejos papeles de periódicos sucios y pulguientos. Se agachó y gateó, sin hacer ruido para no despertarlos, y se acobijó entre ellos para dormir abrigado... Pensó, que grato es ser un lumpenhund... Un perro sarnoso... A nunca sabrá la dulce-agonía de está experiencia. La locura adicta lo hacía descender más y más, tan profundamente, que su desgracia era una especie de felicidad.

Los perros se marcharon, no soportaron la agria compañía de Zolá. La luz del sol, de la mañana, iluminaba el rostro de Hualbert Zola, y el mostraba paz y alegría en su expresión... No duró sinó solamente unos instantes.

- Hey borracho sarnoso, dijo un policía, ya es tarde para que duermas en la vía pública... taciturno y a pasos cansinos se marchó del lugar.

Hualbert Zolá se dijo a si mismo "Basta he tocado fondo voy a buscar ayuda". Pero no fue donde A... El sabía que A lo hubiera acompañado a NA o AA. Se acordó que en su infancia tuvo una amiga que amó muchísmo y que ahora es terapeuta de adictos. A, a fín de cuentas -dijo- creo que está equivocado. Yo creo que su amor me salvará y me sacará de este hoyo negro y sin fondo, cortará la cuerda que ensortija mi cuello, o detendrá mi hacha-verdugo. La voy buscar.

Esa tarde Hualbert Zolá ingresó al consultorio de Ehzen Chezilé. Esta más bella que antes -se dijo a simismo-. Se sorprendió. Su corazón palpitó a más de cien. Ella le dijo: sírvete... y le alcanzó un plato lleno de clori, alitas de mariposa. Se frenó. Le dijo, pero he venido para salir del alcohol y las drogas y me ofreces clori. Con una sonrisa melíflua y sardónica ella le dijo

- Solamente te estaba probando.

El no reconoció la sonrisa, y las trampas que ocultaba. Estaba tan endrogado para reconocerlas. Solamente quiero una terapia para salir de este agujero... pensó.

La terapia fue exitosa...

Esa noche Hualbert Zolá y Ehzen Chezilé como lumpenploretariat acabaron juntos y desnudos durmiendo con los perros sarnosos.