El dulce veneno del recuerdo adultera la certeza del presente haciendo que la vida cada día se transforme en añoranza del pasado. Que me diste a beber amada mía acaso fue el impar brebaje de tus labios el cual nubló mi entendimiento y mi futuro Tornando a mi alma presa del deseo. Mas si el destino ofreciese opción alguna no pediría escaparme de tu jaula más al contrario mujer amada mía me encerraría a piedra y lodo eternamente.
Texto agregado el 19-08-2011, y leído por 373 visitantes. (4 votos)