Que nos sorprenda el nuevo día al salir del antro que nos dio cobijo… que tu falda siga volando y me muestre el camino a casa: la vereda de tus piernas, la rotonda de tu ombligo… Que en mis besos reconozcas las bocas de mil amantes… Que te suenen de algo los paseos de mis manos bajo tu ropa … Que no decaiga
Texto agregado el 18-08-2011, y leído por 147 visitantes. (2 votos)