No se de quién son las palabras que
salen disparadas, hiriendo,
no sé de quién son las palabras que se detienen
en tus pensamientos.
Destruyendo lo que siempre creíste perfecto.
No se de quién son las palabras que odias en tu silencio, no sé.
En la quietud desconozco de quién es.
En mí duelen, queman, dañan.
Pero al que no quieres ver es a ese que las ha proferido.
Ese, con historias impuestas,
que se adelanta al que te ama silencioso.
Frío, lluvia, plomo, lagrimas
La distancia, el tiempo curaran tus heridas
En cambio yo, no tiene vuelta, es él quién te extrañara.
Quizás en un mañana desconocido
En un retorno imaginado, en un abrazo no existente
Ese quién que te ha desesperado, vuelva a ser el deseado.
Solo siento la brisa que azota mi cara
en este invierno maldito.