Comparto con ustedes un pequeño escrito que vomité hace unos días... Está sin pulir y es la basura habitual que escribo, pero no me importa, hehehe.




Pero ¿Qué deambula?
¡Es mi suerte de cenicero!
Que se abulta en el Amasijo al propinar un empellón nostálgico del
turno de la Señora Percanta

¡No aguantemos más!
¡Somos pedazos de hierro tendidos en el espacio claustrofóbico!
¡Somos libélulas sin alas pero con ganas!
¡Somos los marsupiales de la opinión privada!
¡Somos la Calenda Maia de los Egipcios turquesados!
¡Venimos a dar camorra, lora y Paco Rabán!

¿Y los Bueyes?
¿Y los niños contentos?
¿Y los autobuses pegados al alfajor?
¿Y los eructos de hebreo marginalizado por leer tanto Ciorán?
¿Y la cadena alimenticia que me prohíbe escribir porque no sé cómo?

¡Qué se vayan todos a la mismísima Golondrina de Mierda!
Si, Mierda....
Todos sabemos qué es...
Pero no creemos las historias...
Somos las costras del Cosmos...