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Jimmy estaba tendido en el suelo esperando que algo nuevo pasara, era ya un joven que a sus dieciséis años había despilfarrado su vida, comiendo, durmiendo, contaminándose la mente con basura urbana, en fin, un arlequín más de este siglo, tenía el teléfono en la mano con el botón de colgar presionado, parecía esperar una llamada, su casa era una pocilga, los platos estaban sin lavar y su padre nunca pasaba en casa. Al rato suena el teléfono, esboza una sonrisa torcida, casi ni parecía tal ademán de felicidad
-¿alo?
-¿Jimmy?
-¿alo?
-¿alo? -Julio notó que nadie hablaba, se estaba impacientando-
Cosas como aquellas emociones no correspondían al estilo de vida de Jimmy, el pequeño
-Jimmy, se que estas allí
-anda, solo habla
-tampoco tengo todo el día
-¿es algo difícil hablar cuando te presionan tanto lo sabes?
-díselo a alguien que no haya tenido que esperar cinco minutos para que te dignaras a hablar
-pero ese no es el punto
Julio solía tener un genio cortante y un tanto osco, pero por teléfono llegaba a ser exasperante, nadie hubiera gustado de hablar con el, nadie excepto Jimmy. El pequeño Jimmy, que soportaba sus ironías a fuerza de alicates y otros enseres, esperando conseguir un poco de blanca, y otras cosas, quien vaya a saberlo hoy en día
-¿De qué hablas, julio?- Jimmy le costaba expresar lo que sentía, al punto de dejar de lo que caracteriza a un humano, sus propias emociones.
-sabes a lo que me refiero. Necesitas verme, llevas un mes sin colarte nada
-¿Has tenido sueños últimamente, Jimmy?
-Sueños... últimamente me he visto propenso a caer en ese tipo de cosas, cada noche, al dormir siento que alguien habita mi cuerpo, otra presencia se encuentra en el, esa entidad controla mi sueño, diciéndome de cómo actuar, hasta cuando despertar. Ayer soñé que era un asesino, uno de los grandes
-¿un asesino? ¿Que la tenías grande? si yo fuera Freud te diría que tienes algún problema del tipo sexual, pero por suerte no soy el.
-Probablemente sea la escasez, las provisiones andan escasas y no he podido subministrarte, de todas formas creo que andabas s dinero, aunque debo reconocer que no te he dado "las cortesías de la casa", pero que importa, ahora tienes la pasta, y yo tengo lo que tu quieres, por los sueños, no te preocupes, con una dosis se te pasará.
Julio en realidad no escuchaba a Jimmy, y quizá fuera eso lo más exasperante
-sabes que no quiero llegar a eso de nuevo, julio, mi casa está deshecha, vivo en un basural, pero no quiero perder aún mi identidad
-quizá en unos años más puede que si, pero en estos momentos no me consideres una puta mas de tu rebaño
-¿como que una puta? eres mi cliente especial
-a poco ni siquiera sabes que es una puta
-bueno, una puta onírica, las otras, probablemente ya las conozcas, yo mismo te he visto con dos o tres, pero una puta onírica, de eso amigo, si que no tienes idea. Hay quienes afirman haberla visto, deslizándose por los ríos de la metafísica con su culo respingón, mamándola mientras la idea de lo que es y la confusión de por lo que no es se dejaban venir en una cogida delirante. De eso amigo, si que no tienes idea, deberías ir a visitar a Ulises lima, o a Arturo Belano allá en México, ellos sabrán describirte mejor de lo que hablo, son poetas y del realismo visceral, lo que es yo, yo no soy de tan buena calaña, no me he calado tanta, pero se de lo que hablo, y mi mercancía es de la buena, casi tan buena como la de ellos, y además estamos en chile, y dentro de chile, soy el mejor, así que vamos programando la cita y juntando el dinero, que mira que es evidente que no soportarías sin echarte adentro toda esa mierda para poder ver ese culo y esas tetas de las que hablo .
Jimmy guardó silencio, ante la aguerrida y avasallante propuesta de su amigo, observando en silencio como una puta onírica hacia merito a su nombre
-Muy bien, no tengo nada que perder, más que la nada ¿dónde nos vemos, julio?
-¿te parece si en la plaza de la concepción? esa que está en frente del bar de la pirandella, en la calle Juárez
-¿quieres que te lleve la promoción especial?
-Me parece, con tal de que no lleves a unos de esos negros, sabes que odio esa mierda, no quiero ver mas miembros que el mío mismo- Jimmy habría pensado en guardar sus últimos ahorros para terminar lo que quedaba de su carrera, pero esa oferta a era insoslayable.
-se nota que no sabes lo que es una puta onírica, primero tienes que jalarte la promoción, ya verás lo que sucederá después
-de todos modos, por los negros no te preocupes, dejaré a Jack en casa cuidando a la camada
-te veo en el sitio entonces, adiós

Jimmy colgó con actitud bochornosa, gastaría ya sus últimos ahorros, pero valía la pena, con julio siempre lo valía. Se levantó de su apacible estancia en un cómodo suelo impregnado de mugre miro a su velador para encontrarse con un vaso a medias de vodka y un cigarrillo mojado, se bebió de un trago el maldito licor, y logró encender el cigarrillo. Por suerte el parque, no se encontraba a más de cuadras, poco para cualquiera, para Jimmy un martirio considerando que su pereza habría cavado su tumba. Cogió el dinero debajo de su colchón mientras el humo que exhalaba, derretía el aire a su alrededor, que formidable humo era el de Jimmy, el pequeño. Tanteó el camino desde la puerta de su casa, cosa que siempre hacía cuando de misiones se tratase.
Que vida más execrable la mía, malditamente execrable- dijo antes de partir
Llegó como era de esperarse, cansado, y con una pija irrigada hasta el ombligo
-Hey Jimmy, ya era hora de que te aparecieras- le grito julio a Jimmy mientras se acercaba desde la acera
Julio estaba fumando, apeado en una banca, fumando algo que Jimmy no hubiera podido reconocer
-El camino desde mi casa hasta aquí fue mucho más agotador de lo que pensé- le dijo entre jadeos apunto de un infarto
-ni que te fueras a morir, respira un poco, luego necesitaras ese aire (se ríe), no, son bromas, vamos cálmate -le decía a Jimmy mientras se cabreaba ahogado por la caminata, como un chivo moribundo- ¿Trajiste la pasta?
-La traje esperando a ver lo que me prometiste, ¿donde está?
-¿donde está que?
-tu sabes la puta de la que me hablaste
-¿la puta? no me vengas con chorradas, yo no te prometí ninguna puta, te prometí esto. Julio sacó del interior de su chaqueta un frasco de color amarillento que a dentro contenía un hongo con forma de excremento de bebe
-te presento a la puta onírica
Jimmy observó por un momento atónito, la vomitiva forma de la seta y el líquido amarillo que lo mantenía
-¿Que es esto? yo quería una maldita puta con la cual desahogarme
-no digas eso, ¿no ves que se ofende?
-si es tan linda
-¡joder Julio es un hongo!
-¡ni que hongo ni que nada! es un espécimen de lo mas raro, solo se encuentra en las selvas vírgenes de Brasil. Es un alucinógeno poderosísimo, si fueras Ulises, un poeta agradecido, ten por seguro que no me estarías diciendo esto. Ten, cómetelo, yo también me comeré uno.
Julio sacó otro frasco amarillento y lo abrió, de el salió un olor nauseabundo, julio sumergió sus dedos, agarro al hongo como con unas tenazas y se lo hecho a la boca.
-Francamente exquisito, vamos, a que esperas, comete el tuyo
-Me niego a comer tal mierda
-¿no querías a tu puta onírica y a su culo respingón? pues la tendrás solo si te la comes
-¡no seas canalla, come como poeta y caga como dios!
Jimmy pensó que ya estaba en el lío, y su vida necesitaba algo nuevo, algo que lo convirtiese en alguien no tan cagado, al menos por un momento efímero.
-Aceptaré por esta vez, si será la ultima vez que te vea la maldita cara, julio- clamó sus palabras como si se tratase de un poema, el más hermoso de todos
-como gustes, aunque dudo que después de esto, sea la ultima vez
Jimmy se tragó el hongo, y la distorsión de la realidad se hizo sentir de inmediato. Ahora iremos a la casa de mi prima, a estas horas ya debe estar dando su fiesta. Julio tomó a Jimmy de la mano y lo arrastró por la calle cuesta arriba mientras se iba acostumbrando a esta nueva puta desorientación. Corrían a su destino, como si su vida estuviera en juego, claro una vida quizá no muy importante, pero vida al fin y al cabo.
Caminaron por toda la calle Sanhueza hasta llegar a la casa de la prima de Julio. El hongo ya iba haciendo efecto y las personas a ratos mutaban en nubarrones rosa y azul, o rosa y negro, o rosa y rojo, pero siempre rosa, como una masa marchita de carne haciendo redondelas. Entraron a la casa sin necesidad de tocar, la puerta estaba abierta, a dentro la gente bebía y fumaba, tenía sexo o miraba boca arriba. La prima de Julio no estaba, por un extraño motivo pensó que debía estar en su pieza. Llevó a Jimmy consigo escalera arriba mientras el recitaba unos versos de Rimbaud a lo loco,- volveré con miembros de acero- a Julio eso le hizo pensar inexorablemente en un pene de metal. Se colaron entre la gente y las latas de cerveza y se colgaron en el segundo piso, Jimmy seguía delirando con sus poemas y Julio buscaba la puerta de la habitación de Jannette, que a esas alturas se le confundía con muchas otras puertas, como venidas de otros tiempos, o de otras salas con mas puertas, donde algunas decían baño de damas, y otras salón de la muerte. Caminaron por el pasillo hasta el fondo.
Julio intentó abrir dos o tres puertas, sin éxito, hasta que dio con la de su prima. En la habitación, yacía Jannette acostada en la cama, cubierta solo por una camiseta, con un hombre tirado a un costado, en el piso, desnudo, con su miembro al aire. A Julio se le vinieron unos deseos frenéticos por vomitar, se arrodilló, se llevó las manos a la boca, y el líquido verdoso salió expulsado, delante de él estaba el tipo desnudo, pero de pronto no le dio tanto asco. Alzó la vista y sobre la cama vio a Jimmy, también desnudo, tirándose a su prima mientras dormía. No sabía si era por el efecto del hongo, por la puta onírica, pero a ambos les pareció navegar por ese mar de metafísica donde todo se enrosca y todo carece de sentido. Julio vió el miembro de Jimmy penetrar las caderas de su prima, vio como esta entre sueños se retorcía, quien era dios para juzgar aquel acto tan magnifico, Julio no resistió mas, entre las tetas de ella y las bolas de el. Se quitó la ropa y comenzó a lamerle el cuerpo a su prima, mientras el se seguía moviendo, besó sus blancos bultos, y luego se acercó a Jimmy, y lo besó. Sus bocas se entre abrieron y el líquido salival, apestoso por el trago que se habían bebido antes de subir, pasó de tracto a tracto, sus lenguas se juntaron y nunca mas se volvieron a ver.

Texto agregado el 10-08-2011, y leído por 57 visitantes. (0 votos)


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