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Inicio / Cuenteros Locales / madrobyo / Ella que pasa, ella que pasa

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Lo pensé durante unas horas. Pero soy quien todo lo enreda. Soy quien todo lo que toca lo convierte en humo.

Lo decidirá hoy. O tal vez mañana. Pero es casi seguro que nunca tendrá la razón o que lo que decida será igualmente erróneo.

Cuando me dijeron que ella no podría volver a caminar, sentí como si un puñado de hormigas se movieran de mi garganta a la boca del estómago. Después regresaron a mi garganta y simplemente, no sé cómo, no pude decir nada. Dicen, los que me vieron, que esbocé una sonrisa amarga y que al parecer una lágrima salió de mis ojos. No tengo razón para explicarle a nadie lo que siento, y no es esa mi intención doctor, sólo espero que me dé una oportunidad, un poco de tiempo y mucha paciencia para escuchar mis razones.

Ella dice que no quiere morir, doctor, que podrá soportar muchas cosas, que se esforzará y que volverá a caminar, yo sé que no, ella muy dentro de sí sabe que es inútil toda esa creencia en que un milagro pasará, los milagros no existen. Le he dicho que lo he soportado y puedo cargar con la culpa, con la tristeza y la desesperación, pero dice que no es justo para mí; yo creo que nada es justo doctor, pero qué podemos hacer si todo lo que pase o lo que se haga es inútil.

El otro día ella me dijo que no quería sentirse inútil, que estaba dispuesta a soportar y que se pondría bien. Pero usted y yo sabemos que no es así, yo sólo quiero que usted me ayude a entender y a decidir, pero de cualquier forma, sabemos los dos que la decisión ya la tomamos.

Al principio, unos meses después del accidente, en ella nació una esperanza extraña, decía que pronto estaría bien y que con mi ayuda nos sobrepondríamos a todo, empezó a esforzarse más y más, hacía ejercicios por demás dolorosos y caros. Pero días después, se sumió en la más dolorosa desesperación, es verdad doctor, en aquel momento sentí como cada día había algo que se rompía, era como cristal que cada día se resquebrajaba más, dejó las terapias, dejó de comer, dejó sus medicinas. Entonces empecé a dejar de ceder y me convertí en otro. Doctor, en otras circunstancias ni siquiera pensaría en eso, pero me está matando, es demasiado lo que ha hecho y quiero que tome su pluma y firme la autorización.

Sí, claro que sé que no debo hablar en ese tono imperativo, pero usted no ha vivido situaciones como esta, es verdad doctor, estoy al borde de la locura.

Ella desencadeno todo eso, el accidente fue su culpa, ella empezó con su tono retador diciendo que no tenía el valor, que era un cobarde. Usted sabe lo que son las mujeres doctor, creen poder mantener las cosas en sus manos, pero usted debe saber lo que es una explosión mental, simplemente no aguanté y aceleré a más no poder y pasó lo que pasó.

Doctor, necesito que por favor le diga a mi esposa que no quiero volver a verla, que la culpa fue de ella y estoy muy cansado de repetirlo, estoy cansado, muy cansado de ser presa fácil para sus ataques de histeria, que no tengo más opción de pedirle que me recluya indefinidamente con los loquitos de este hospital.

Que cuando venga a visitarme le digan que no estoy, que salí a pasear o que me he muerto… No, mejor dígale, doctor, que me he ido muy lejos.

¿Que no tengo esposa?, vamos doctor, usted sabe de lo que le estoy hablando, vine a su consultorio porque precisamente es a ella a quien ya no soporto.

No doctor, hoy no tomaré esas pastillitas, sólo necesito que pueda entenderme y saber que no doy más, que ya no quiero soportar a la paralítica, que ha sido demasiado daño, que no entiendo lo que le pasa, que duerme de día y me grita de noche, que hace girar su silla de ruedas en los pasillos para despertarme, doctor, reclúyame por favor.

¿Que yo vivo aquí? Deje de jugar conmigo doctor, todo lo que le he dicho es muy en serio, necesito algo de descanso, algo de paz, quiero deshacerme de ella, y por no tener el valor de matarla, prefiero que me encierre aquí.

Gracias doctor, me voy a mi habitación.

Sí, sí… me tomaré mi pastilla mañana.

No, no mataré a mi esposa doctor.

Sí, sí.

Texto agregado el 09-08-2011, y leído por 387 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
30-05-2015 Sat 30 May08:18 madrobyo No tenés puta idea de lo que es trolleo, putita mejicana. PrincipeNegroMx
11-08-2011 jajajaja ahora sí me hiciste reír, pendejito. Está bueno este monologueo, como que si son ese tipo de cosas que uno cuando está medio tostado y no diferencia entre realidad y fantasía, puede llegar a construir en su cabecita. Ta bueno. Me divirtió. -Carmen-
09-08-2011 No hay duda que estas pa que te encierren... nomegustanlosapodos
09-08-2011 Bulimia carelo
 
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