Hijo, tu mama es una puta, lo es.

Siempre lo ha sido. Desde el dia en que la vi, lo supe. Todo en ella te lo dice a gritos. Y dentro de esos gritos exclamandote que es una puta, hay un aun mas subliminal susurro, muy silencioso, casi inaudible, diciendote "Si, soy una puta... pero esta noche, quiero ser TU puta". Mierda! Hasta me tiemblan las pelotas de solo decirlo.

Su puto labial rojo, que me seducía, quería arrancarlo a mordidas. Media cara cubierta de pelo, rojo ardiente como su boca. Hija de perra, pero sus piernas... Sus putas piernas.

Cuando la conocí, estaba rodeada de una bola de idiotas. Pobres tontos, los tenia a todos comiendo de la palma de su mano. Yo estaba recargado sobre la pared, pensando en lo puta que tenia que ser esta vieja, tan puta de que a pesar de tener una parvada de mamarrachos... tenia su mirada fija en mi.

Menee los hielos de mi vaso, antes de darles el ultimo trago, y con mis labios deletree la palabra "puta", sabiendo que me veria, muy indignada volteo su mirada a uno de los idiotas. Yo me quede viéndola fijamente, no aparte mi mirada ni siquiera para prender un cigarrillo. Volteaba de reojo a ver si seguía viéndola, cuando se daba cuenta de que si, regresaba la mirada. La ultima vez que busco mi mirada le mande un beso, la vi rodar sus ojos y hacer una mueca, solte una pequenia sonrisa mientras sacaba un cigarrillo.

Perdí rapidamente el interes, aparte mi bebida ya era solo hielos. Entre a la casa, evadiendo el mar de gente que habia, se sentia como un sauna ahi dentro. Me dio gusto por un momento oir que estaban oyendo a los Beatles, hasta que una vieja imbécil le cambio diciendo "Ay no, esa música oye mi papa... que hueva!", pero bueno, no le di mucha importancia. Finalmente llegue a la cocina y empece a preparame un trago. Al cabo de unos minutos senti unos paso llegaron a la puerta de la cocina y se detuvieron, ahi permanecieron hasta que dieron un suspiro y avanzaron hasta mi. Era ella. Renuente a siquiera estar en la misma habitación que yo, pero obviamente tenia que servirse algo ella tambien. Tomo del refrigerador un boones, obviamente me dio risa su eleccion tan marica asi que me rei un poco. Harta de estar soportando fastidios, finalmente volteo hacia mi

- Cual es tu puto problema?!- Me escupió a gritos en la cara.

De cerca era aun mas putisimamente bella, tenia ojos color miel. Me veia reflejado en ellos, y oia su pesada respiración. Idiotizado por su boca, finalmente la tome del cuello y le plante un beso. Al principio trataba de quitarse, exaltada empezo a respirar tan fuerte que a pesar de la aturdida música lograba escuchar. Finalmente también tomo sus manos y las recorrió por mi cabello.

- Eres un puerco imbécil...- me dijo entre besos y respiraciones.

- Lo se...- le respondí- Tu, eres una puta.

- Lo se...- me dijo antes de treparse a mis piernas.

Desde ese dia hasta ahora, tu mama siempre ha sido una puta, hijo. Pero es mi puta, y lo ha sido por veintiséis años y seguira siendo única y exclusivamente MI puta, de nadie mas hijo. Y no te mentire hijo, amo a tu puta madre, mas que a la vida misma.

Asi que mi consejo es este, sal y encuentra a esa puta, esa puta que solo sea tuya. Una puta que te haga tan feliz que nunca tengas que buscar a otra puta, una puta que te llene tanto que vuelva absolutamente invisible a las demas putas caminando por la calle.

Y tu hijo, regresale el favor haciendola feliz.