Levántate campesino,
ya no más oscuridad,
la tierra pide tus manos
y tu amor que es de verdad.
Ya la tierra se ha cansado
del malvado explotador,
que te explota a ti y a ella,
el que roba tu sudor.
De tu tierra infamemente
los malvados te hacen ir,
se apoderan de lo tuyo,
de los tuyos y de ti.
Tú a la tierra sacas frutos,
ellos sangre y soledad,
tú la riegas con semillas,
ellos sólo con maldad.
Si de verde el campo viste,
si de azul el cielo está,
si las flores dan su aroma
y los ríos su cantar,
si la luz de la mañana
a café huele y a sol
y los gallos en su idioma
feliz cantan su canción,
es que estás, tú campesino,
entregado a tu labor,
y no aquellos los que usurpan
y asesinan, esos no.
Cuando están ellos el campo
viste de rojo y es gris
y oscuro el cielo y el ámbar
de las flores huele a hollín,
y la luz de la mañana
es de un frío aterrador
y los gallos ya no cantan,
sólo lloran su dolor.
levántate campesino
contra el mísero opresor,
en tus manos caben juntos
la lucha y el azadón.
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