Como siempre al escuchar la sirena de la policia local, el pequeño David debía correr a esconderse, lo cual era completamente facil ya que los policias del pueblo eran tan ciegos que si te atrapaban , era porque realmente querias ir a la carcel, aún así era un crimen mirarlos a los ojos así que todo el mundo caminaba en la calle con un espejo en la mano por si acaso se encontraban con uno y debían sostener algun tipo de conversación con ellos,entonces sabrian por lo menos donde se encontraban sus piernas.
Lo que motivaba a David a esconderse era el hecho de que lo buscaban para llevarlo a un orfanato, y el personalmente ya había rechazado la idea de estar en una familia "normal" hace mucho tiempo, a pesar de tener la corta edad de 10 años.
Un Día como cualquiera , David se le podía encontrar durmiendo bajo el puente que todos necesitaban cruzar en la ciudad, y despertó al sentir que lo observaban, inmediatamente salió a correr , olvidando por completo su viejo espejo de marco verde, así que corrio tan rápido como sus piernecitas se lo permitieron para así no poder ver a ningún policía a los ojos, y al pasar al lado de un hombre harapiento , este le dijo que más adelante la via estaba cerrada, entonces decidió que era hora de hacer 2 cosas,el no creía en las coincidencias, enfrentar a los policias y la otra, satisfacer esa curiosidad que lo estaba matando de poder ver directamente que es lo lo que tenían en los ojos que no les permitían a nadie verlos.
Despues de deambular un rato en busca de uno de esos indeseables, lo vio, estaba sentado en la banca de un parque comodamente , mientras un civil le suplicaba hablandole de espaldas a través de su espejo, que no lo llevara a la carcel por no haber respondido a la primera llamada del policia para preguntarle la hora.
El pequeño David se escondíó tras un arbusto de frutos rojos y , por primera vez, observo fijamente el rostro del policia.
Lo que vio lo dejo impactado, a primera vista era la anatomía de un humano normal, pero sus ojos no brillaban a pesar de que la luz del faro estaba muy cerca a ellos, sus ojeras denotaban insomnio y su expresión entre triste y sonrisa falsa mostraba la realidad de un hombre que ha tenido que matar en nombre de una dignidad y un honor inexistente.
David nunca había notado estos rasgos a través de los espejos de la comisaria con los que había hablado con policias, pues a través del rabillo del ojo había observado sus rostros pero en el reflejo se veian por lo menos conformes con sus trabajos y con sus vidas, pero al mirar la realidad de ellos, su verdadero ser, se daba cuenta que todos escondían sus sentimientos tras los reflejos y lo que existía en realidad era muy diferente , y se preguntó con gran ironía, por qué un niño de 10 años podía intentar dejar de ver el reflejo de la realidad y verla como es y todos los adultos de la ciudad no.
Era una pregunta que solo los que lo han vivido podrían responderle.
Y mientras pensaba esto se dirigía caminando serenamente hacia el policía, a cumplir con la otra cosa que se había prometido hacer. |