Fría tarde, estaba él acompañado de su bastón. Toma lugar en el banco de la plaza cercana a su hogar. Aburrido, abrumado del mismo paisaje, decide por dirigirse a la playa donde quizás su mente descanse de esos insaciables pensamientos.
En el camino encuentra a una jovencita sentada con los ojos húmedos, pareciera que una pena, un miedo, una traición, una angustia le invadiera el alma.
Lentamente él y su bastón se dirigen hacia ella para asesinar su curiosidad; la joven se le hacía común a él, él para ella simplemente no existía.
Ella se prepara a dar marcha, se para del asiento dispuesta a iniciar su soledad se larga dejando aún su sombra en el asiento.
Impactado del rápido movimiento de la joven, decide seguir sus pasos pero al caminar al lado del asiento, encuentra una imagen, una foto que no paraba de hacerle conocida; la foto era como una droga que no dejaba de mirar, era un hombre que reflejaba una sonrisa, abrazado dulcemente con la joven que hace instantes se había marchado.
Curioso, toma la foto le hecha un vistazo al océano y se prepara para devolverle la foto a la joven que camina con su cuerpo ya muerto.
Al dirigirse a ella siente como su naturaleza se hace trizas, no siente los pies, no los ve caminar pero los siente moviéndose; no era momento de cuestionamiento sólo entiende que tiene que devolverle la foto a la muchacha.
Le grita desesperado, no tiene nada más que hacer que caminar lo más rápido posible hacia ella para alcanzarla.
Al momento de mirarla a los ojos, se siente ignorado, completamente vacío; él y su viejo bastón caminan al mismo paso lento en el que la joven iba.
La joven con un mar de lágrimas ya en su cara, se prepara para tomar el bus, totalmente devastada, mira el opaco suelo y toma el bus hacia un destino ya desconocido.
El ahínco del hombre no sirvió de mucho, totalmente ignorado, incomprendido, se dirige hacia el océano con la foto en la mano, mira a través de esas dulces aguas, observa el arrecife, mira la arena y el suave coqueteo de las aves al sentir que también lo miran.
Vuelve a mirar la foto, esta vez decide observarla, una serie de sensaciones traspasaron su piel. ¿Porqué conocía al hombre?, ¿quién era la joven?
Si entender lo que sucedía, analiza sus recuerdos, se sienta en la roca más alta de la playa y se prepara a mirar su entorno, su mundo, su vacío, su incomprensión, su dolor y sus propias ironías y engaños.
¿Acaso era todo un sueño?, ¿era la joven su hija perdida? Mira por última vez la foto. Un poco mas aclarado, mira hacia abajo y nota que su sombra no existe, mueve pero no toca, habla pero no escucha, ahora todo tenia un sentido, un sentido que desconocía.
¿Dónde estaba su sombra?, ¿porque todos los ignoraban? Mira el resplandor del cielo, observa la extraña luz que lentamente se le acercaba, mira como lo lleva a ese lugar desconocido, mira como una serie de recuerdos consume su cabeza imposibilitando toda clase de pensamiento.
Simplemente él ya no existía para ella; era el padre de la joven. Tan solo un delirio eterno, una muerte sin raíz.
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