- Oye, oye… ¿Qué es ese olor?
- Nada mamá, nada…
- ¿Como que nada? ¿Tú crees que soy hueona? Ya estás fumando marihuana de nuevo ¿cierto? ¿Quieres regresar de nuevo a la comunidad terapéutica? No me cuesta nada llamar para que te encierren otra vez por un buen tiempo…
- Calma vieja, calma, relájate… Lo que pasa es que compré cigarrillos baratos en la feria, de esos americanos que cuestan unos quinientos o seiscientos pesos, por eso es que tienen un olor medio raro, tú sabes que allá no pasan los controles de calidad y al final, de alguna manera, terminan en las manos de los indios tercer mundistas que somos nosotros.
- Tienes una cara extraña, que cigarrillos tan especiales que son esos ¿no?- me dice irónica, mirándome directamente a los ojos. Trato de ser lo más cínico que pueda, colocando mi semblante en la faceta más neutra posible, para que nada me delate, pero en ese momento, en el minuto más inoportuno, recuerdo un par de cosas y me cago de la risa, casi ahogándome por las carcajadas. Lo primero en que pensé fue acerca de un magnífico video de Plan Z, donde Antoine hace la siguiente pregunta - ¿Pero Principito que pasó con lo esencial que es invisible para los ojos? A lo que el Principito responde – “No, eso todavía sirve pa…pa engrupirse minas”…Lo segundo, algo más simple y tonto- “Lo esencial pone rojos los ojos”.
- Ya, déjame hasta ahí no más, te volaste – me dice mi vieja emputecida, se marcha y cierra mi pieza de un portazo.

Lamento lo sucedido, aunque en el fondo no me importa. Hace tiempo me cansé de fingir lo que no soy. Valoro enormemente la autenticidad en cada persona, comenzando por mí. Sé que la mayoría de la gente es falsa y que muchos viven aparentando lo que tienen y lo que son. Todo me parece relativo, nada es cien por ciento negro o cien por ciento blanco, todo está repleto de matices grises. De hecho recuerdo algo que guarda cierta relación con esto último. “Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas”. (Bertrand Russell). Por otra parte, carezco de moral y de principios sólidos, incluso de un trabajo y por ende de un prestigio que cuidar. Todo me parece posible e imposible a la vez, todo me parece cuestionable en sus múltiples perspectivas.

Clickeo y reanudo mi sesión interrumpida de “You Porn”. Busco y re busco navegando por la página de memoria, como una araña en su telar, como un cóndor en las cumbres, como un proctólogo en su “salsa” y un ginecólogo en su “material”. Que rollo esto del porno. Que buen invento. Todos los orgasmos que quieras al alcance de la “mano”. Hugh Hefner, Larry Flynt y Bob Guccione son mis ídolos. Los tengo atornillados en mi variopinto templo pagano. Imagina trabajar en lo de estos tipos, considerando los verdaderos imperios económicos que formaron además, sin embargo, solo remitiéndome al hecho de trabajar en eso, dedicándole tu vida, tu tiempo y tu empeño, como se supone que tiene que ocurrir en todo trabajo de mierda, viendo todos los días minas ricas, de aquí para allá, de un lado a otro, de pie, de cabeza, boca abajo, morenas, rubias, pelirrojas, de tan solo imaginarlo creo que hasta trabajaría gratis, o tan solo por la locomoción o el sueldo mínimo poniéndome exigente. Que no daría yo por trabajar en algo así, quién no diría yo. En el cargo o la función que fuera. Una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida fue encontrarme por casualidad una flamante “Hustler”. Inolvidable, tenía trece años y fue como hallar un tesoro, puesto que no existía el internet. En resumen, terminé con verrugas en las manos y anemia aguda.

Bueno, pero lo que la lleva hoy por hoy es el “You Porn”. Le hecho una revisadita a los videos nuevos, porque quizás haya algo muy dulce y novedoso, siempre tengo la secreta esperanza de que eso ocurra, aun cuando rara vez sucede y me voy más a la segura pasando por lo más vistos y después por los más votados, para luego darme una vuelta por las teens, las lesbian y las mature. No hay nada que me “seduzca” lo suficiente, nada que me llame demasiado la atención, así acontece algunas veces, por lo tanto debo recurrir a tácticas más de peso. Coloco big tits naturals en el buscador y aparecen una serie de cuadros bastante interesantes, no obstante, selecciono uno de mis preferidos, el infalible, uno de los que ejerce en mi persona su efecto más embriagante y devastador. “Brooke Love my Gf’s natural big”. Aquí sale en escena una hermosa brunette de voluptuosos atributos y proporcionadas dimensiones que resulta ser casi igualita a la Angelina Jolie. Ella es infartante, un poema, un sueño de mujer, que si fuese el tipo que se la jode en el video yo me caso. Comienzo a tocarme, no soy capaz de resistirme, como en tantas otras ocasiones.

- Hijo, venía porque… Por Dios… ¿Qué estás haciendo?
- Ehhh… ehhh…Nada, nada, yo… - respondo entre aturdido y nervioso, sintiendo que me hierve la cara de vergüenza. Coloco rápidamente un video de Barney y sus amigos. “Te quiero yo y tu a mí, somos una familia feliz”…
- Lorenzo, por favor, como es posible, ¡se te van a podrir las manos! – exclama mi madre horrorizada.
- No, madre, lo que pasa es que como estoy solo paso muy de vez en cuando por estas páginas de… amigas, además…
- ¿Amigas? Golfas, prostitutas querrás decir, mujeres marcadas por la perdición, manchadas por el pecado- manifiesta al borde del llanto.
- No, mamá. ¿Cómo se te ocurre? Son amigas, lo que pasa es que estoy buscando pajas rusas, o sea, no, no, eso no, quería decir, novias rusas, quiero casarme con una rusa.
- ¿Casarte? Pero hijo, habiendo tanta niña bonita aquí… ¿Porque tienes que andar buscando esas… “novias rusas”? Que se exhiben ahí, tan… descaradamente…