deja que la guillotina caiga hasta tu cuello
deja que atraviese en ese eterno instante tu piel, tu carne, tus huesos
deja a tu cabeza separarse
deja que la sangre brote
deja que una cálida sensación de plenitud se pasee sobre tus dos fríos cuerpos
deja que la guillotina caiga y atraviese tu cuello
brutal libertad, muerte del pensamiento
Texto agregado el 03-08-2011, y leído por 135
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