MIS GATAS
Ay, ¿Quién podría llenar las vasijas rotas,
en la altura de la vida, de la vida que camina?
Como la ola que explota ligera
dejando su velo largo de novia a la orilla del mar;
así mis manos van recogiendo pasados.
Ellas van tristes y alegres acumulando destinos
y mis pasos van sembrando otros.
... ( ) Y al recomponer mi vasija rota
ya puedo aceptar que sí,
que la gata blanca y la tricolor estuvieron aquí,
a mi lado, largo tiempo haciéndomelo saber,
dejándome impávida en esta hora infinita,
dejando mi corazón estático en este viaje largo, que es su viaje.
Dije al barquero "se las encargo",
Y él me sonrió y vi en aquella sonrisa perlada,
la nueva vida iluminada,
la vida que las espera llena de cantos y esperanzas,
allí donde hay un nuevo mar, un nuevo sol,
allí donde van a habitar las criaturas de esta tierra,
donde los amados perros ya no molestan con su presencia,
donde las ramas de los árboles ya no son ramas
sino los brazos eternos que se alargan a la tierra para recibirnos
y las aves, y los cerros y hasta la más humilde de las criaturas
salen a recibir a mis gatas, con sus maullidos, sus gritos y sus desórdenes
allí donde la ley es respetada, donde la naturaleza es rebelada,
allí estarán ellas mirándonos siempre, mirándonos siempre.... (Autor: Cartas Blancas) |