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Afuera llueve
Su sonido… golpeando las superficies
Paraliza mis pensamientos encontrados en el cruce de la nostalgia
Solo esta noche… suele gustarme
Miles de ellos centelleantes y veloces quedan prisioneros
Por la emoción volátil de un instante
Mojadas por las seducciones tempestuosas de una oscuridad refrescante

Recordar los deja vu de antes
El espíritu del rock no muere dentro de mí
Y sus sentimientos los llevo tatuados por debajo de mi piel.
Soy una sombra errante y maldita
Cuando la luna canta su canción y la reconozco
Y se enciende el sensor de esta extraña calibración dentro de mí

Sigo buscando y recordando
Millones de pensamientos…
Cruzando las carreteras de mi corazón a toda prisa
Nostalgia galopante se precipita cuesta abajo
Y no hay nada que la detenga

No hay estrella que se haya cruzado en mi camino
Que pueda ayudarme en esta introspección
Acertijos y enigmas subyacen esta amalgama incomprensible
Mis alas quieren abrirse y mis manos anhelan liberar la energía presa adentro
Pero la agudeza de mi existencia no es suficiente
¡No no no no!
y la voluntad se arrodilla, cansada… humillada

Un recorrido es mirado, observado y meditado
Fijo mis ojos en un esfuerzo vehementemente sobrehumano
Y allá está la lejanía… lo cerca, lo ancho, lo profundo…
Distante e impenetrable
Con su cara borrosa y meneando sus manos en un gesto gentil de cordialidad, saludándome
La luna, el tiempo y el espacio
El pasado, el presente, el futuro
¿Qué camino seguir?
¿Por dónde ir?

Y en la exhalación, en el abrir los párpados
La lluvia y su sonido relajante son lo único que permanece

En un instante, ése instante es fundido por su subsiguiente instante
¡Cómo los minutos son sepultados por las conquistas del avance imperecedero del tiempo!
Minutos que comen minutos…
Recuerdos esclavizados por la nostalgia…
Esta noche… estoy sólo.

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