No quiero verte,
no quiero ver esos ojos
que me miran suavemente.
No quiero ver ese rostro,
ni tu boca ni tus manos;
no quiero ver tu sonrisa
al reírte de mis bromas,
o talvez de mis locuras,
o talvez de mí...
No quiero tocarte,
tomarte de la mano,
sentir tu cuerpo junto al mío,
tu cabeza en mi hombro.
No quiero sentir tu aliento,
tan cálido en mi cuerpo
y tan frío en mi alma.
No quiero sentir tu aroma
si te sientas junto a mí.
No quiero besarte,
ni siquiera en la mejilla.
No quiero abrazarte
porque siento miedo
de ya no querer soltarte.
Me duele tanto amarte
que hasta quisiera odiarte,
sólo un poco.
El amor, el milagro;
el dolor, la locura.
Me duele tanto amarte,
que sólo quiero odiarte,
no sentir esta ansiedad,
no sentir esta desdicha,
este dolor, esta demencia;
no sentir que vuelo
cada vez que me llamas;
no sentir las alas de un ángel
que me llevan a las nubes
con sólo una mirada...
Quisiera no amarte...
Bowen Alanos |