No es justo que la sangre
me atrofie los sentidos
y que sólo el sonido
de tu voz me desboque;
no es justo que a la sombra
te esconda cual pecado
si yo te siento santo,
si tu amor
es mi cruz.
No es justo verte a ratos
si sólo con pensarte
mi soñar vuela iluso imaginándote;
no es justo que la vida
me diga que no debo
si ya estoy adorándote
en silencio.
("Gritos de un amor improvisado")
Texto agregado el 28-07-2011, y leído por 204
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