Los hechos son irrefutables,
me equivoqué rotundo,
destruí la casona,
y no te voy a pedir perdón.
“Borracho de porquería,
¿qué hiciste?,
¡mira los jarrones!,
¡la mesa!,
¡¡estupido!!....
¿por qué?”.
Te dije que los hechos son irrefutables,
no vale la pena recuperar Troya,
además poco recuerdo,
vi cosas terribles,
furia y celos,
el cóctel del impotente,
y te busqué en la piscina,
en el balcón…
“Estas loco,
podrido,
¿y si hubiera estado aquí?”,
Seguro las emprendo contra ti,
como un tiburón enajenado por la sangre,
debes saber que eras un objetivo válido,
por tu coquetería extrema,
a esos viejos babosos desnudándote con sus miradas grises,
… eres una miserable.
“Me voy,
¿escuchaste?,
me largo de esta casona infernal,
antes que tomes un cuchillo y me mates…
¡quédate con tu mierda!,
¡a ver como te las arreglas!”.
Fabricando arquetipos estropeados,
un ensayo para desenvolver mis desquicios,
un atrio donde pasear mis locuras.
el escenario esta listo…
que empiece el drama.
(19:10 hrs… ella se va de la casona y el sujeto se queda literalmente solo)
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