Así como llegaste sin aviso una vez, así como de la misma forma debes marcharte, no puede antes ocultarse la luna, sin que la tinta corra, para recordarte lo que con una mirada con un silencio y con un abrazo no has logrado entender. Porque inexplicablemente, fuiste tú mi ángel, eso que tanto soñé, esa esperanza que me cobijaba en la noche fría cuando la soledad me abrigaba, fue a ti sin conocer tu rostro, tus manos, tu cuerpo a quien tanto busque en algún lugar, y sin esperarlo, llegó.
Perdóname amor mío si hoy sientes que repito una vez más palabras que para ti son desgastadas, pero si es mi soledad quien posee los oídos cansados de llanto, debo entonces, acentuar mis palabras, plasmarlas en estas líneas, mientras tu recuerdo pasea por mi memoria, golpeándome, atándome a este amor infinito que cada vez mas va y viene como las olas.
Te he extrañado inmensamente. Hoy has elegido nuevos caminos, y me toca enrumbarme a nuevos destino, sin embargo sigues ahí, te llevo a donde voy. A donde quiera que voy estás conmigo. Incluso estando acompañada, me doy cuenta que tu también vas a mi lado, solo que no te veo, pero ahí te siento. Sera una jugada que hace mi memoria en complot con mi corazón para engañarse de que es feliz.
Llueve y los días han sido grises, esos días que llevo contados desde la última vez que me hiciste soñar, que me hiciste volar hasta las nubes y salir de paseo por el universo, para luego despertarme sin un aviso previo, dejando que el espacio sideral viniera a mi socorro, porque tú has cortado mis alas.. Sí el azul del cielo a desaparecido en estos días desde que no estás, entonces me pregunto, será que el cielo jamás es azul? O ¿será que tú nunca has estado y yo no lo note? ¿Cuál será la verdadera respuesta a estos días sin color?
Aun así, te amo tanto vida mía, pero llegue veinte noviembres tarde, cuantas lunas ya tu habías pasado! Y esa distancia del tiempo te separa de mi ; Pero a ti mi ángel te digo que aún con mis primaveras puedo jurarte, que ese día que la tierra decida abrirse, mi cuerpo llevara tatuada tus huellas, mi mente cada uno de los instantes que me hiciste feliz, pero mi alma, esa que se decide quedar, estará en otro cuerpo, quizás en otra vida, pero aun así me reconocerás y sabrás que ha sido las misma niña que es esta vida inmensamente te amo. |