Antes de iniciar esta reflexión humorística sobre la anatomía humana, quiero recomendarles algo. Lo hago desde el punto de vista anatómico, unas de mis pasiones, y por lo que tiene de excelencia en este campo.
Nuestro compañero en esta página CalideJacobacci , médico de profesión, y un excelente escritor, tiene un trabajo que se llama EL PROSECTOR , una verdadera joya para los lectores que les gusta la ciencia mezclada con la historia y la aventura. Es de anatomía. Y por eso lo traigo antes de mi trabajo investigativo.
Hago esta pequeña introducción, porque merece la pena. Es un poquitín largo, pero lo imprimen y se lo disfrutan como yo lo he hecho.
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TRANSFORMA CIONES ANATOMICA
Desde los primeros grados de primaria, nos han enseñado que el cuerpo humano se divide en tres grandes partes: Cabeza, Tronco y Extremidades . Esto siempre me ha tenido pensando, ya que hay varias circunstancias que me llamaron la atención desde que me enseñaron este axioma, y que quiero exponer ante ustedes, como una propuesta con fines educativos. Cuando les presenté a mis profesores en los grados primarios mis ideas, simplemente me expulsaron del salón de clases. En la Escuela de Medicina ni me atreví, so pena de sufrir escarnio y burlas dignas de los grandes descubridores e investigadores de la antigüedad. Veamos:
El cuerpo humano se dividiría NO en tres partes, sino en cuatro, cada una dependiendo del sexo:
VARON:
1. CABEZA
2. TRONCO
3. TRONQUITO
4. EXTREMIDADES
Agregamos el tronquito como una entidad importantísima a la que no se había dado el realce anatómico necesario.
HEMBRA
1. CABEZA
2. TETAS
3. TRONCO
4. EXTREMIDADES
El cuerpo humano fue, según las creencias, creado por Dios o ha ido evolucionando (esta es mi opinión) a través de los millones de años. Pero esto no impide que haya sus imperfecciones, ya sea que haya sido creado por Dios, tal cual, o que haya evolucionado según Darwin
. Habría que hacer varios cambios sumamente útiles e interesantes a la anatomía humana. Para esto tomaremos por ejemplo una canción maravillosa de Agustín Lara: “Malagueña”.
“Qué bonitos ojos tienes,
debajo de esas dos cejas,
ellos me quieren mirar
pero si tú no los dejas...”
Pregunta: ¿Para qué dos ojos al frente?. Mejor sería un ojo al frente y otro atrás. Tendríamos una visión panorámica fabulosa. Los ataques por detrás casi no existirían. Los lentes serían parecidos a los audífonos, pero en lo transverso. Sugiero dejar el ojo derecho adelante. Agustín cantaría:
“Qué bonito ojo tienes
debajo de esa ceja,
él me quiere mirar,
pero el de atrás no me deja...”
Menos letras, menos problemas.
En el sitio donde antes estaba el ojo izquierdo, ponemos una oreja. De frente. Para oir mejor, sin tener que estar volteando la cabeza. Si lo quieres limpiar, te paras frente al espejo y ya. La canción diría:
“Qué bonito ojo tienes
al lado de esa oreja,
ella me quiere escuchar
pero el ojo no me deja...” O algo parecido.
La nariz se queda en el sitio original. Trasladarla a la espalda baja, sería un tema de olores cercanos sumamente molestos, agravados en la época de aguacates.
Nuestra canción tema diría:
“Qué bonita nariz tienes,
a lado de tus nalguetas,
yo quisiera darle un beso
pero la peste no me deja”
La boca sí que se cambia. Pasaría un poco más arriba del ombligo, cerca del estómago. Nadie se ahogaría ni atragantaría con comida. Un bocado y ¡Zas! Ya está en el estómago. Sin esófago ni espacios inútiles para atravesar. Los besos serían sumamente interesantes.
Los bailes en vez de “cachete con cachete” serían “barriga con barriga”.
La otra canción del lunar que dice:
“Ese lunar que tienes,
Cielito lindo, junto a la boca,
No se lo des a nadie, Cielito Lindo
Que a mí me toca”
Diría así:
“Ese lunar que tienes,
Cielito Lindo, junto al ombligo
No se lo des a nadie Cielito Lindo
Que es de Rodrigo...”
Las glándulas mamarias, léase tetas, pasarían a estar en la espalda. Encima de los homóplatos. De esta forma los abrazos serían más interesantes. Las manos, simplemente, en vez de dar palmadas en la espalda, darían masajes. Las madres, como sucede en muchos países, colgarían a sus bebés en la espalda y estos tendrían acceso directo a su fuente de alimento, con lo que las manos de la madre, en esta época de agite, estarían libres para otras funciones.
El aparato reproductor masculino se queda en su sitio. Sería solamente para eso, para reproducirse. Las gónadas masculinas pasarían a estar en las axilas, de esta forma se evitarían esas patadas dolorosas en los testículos, que son el terror de todos los varones.
Los riñones estarían conectados al dedo índice, por el que se orinaría sin necesidad de esconderse en sitios privados. Solamente el dedo se pondría en el sitio donde uno quisiera orinar, y ya.
Las piernas. El cambio sustancial estaría en pasar la parte de atrás, musculosa, hacia delante. No sufriríamos los golpes y patadas en las “espinillas” que son el talón de Aquiles de los deportistas, sobre todo de los futbolistas y peloteros. Tampoco tendrían los hombre que voltear la cabeza para admirar un par de piernas maravillosas, aunque con el ojo posterior ese asunta estaría solventado.
Estas son mis propuestas. Las perspectivas de su implantación entiendo que son remotas, pero con unos cuantos millones de firmas, podríamos hacer presión a la persona encargada de hacer modificaciones.
Se aceptan sugerencias.
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