El Odontólogo Forense
Austus Parte 2.
El odontólogo forense interviene en solución de casos en los desastres aéreos, en los incendios o en cadáveres abandonados por días o semanas, cuando las huellas digitales son difíciles de identificar por imposibilidad técnica.
El patólogo forense no duda un instante en ese caso cuando no se identifican las huellas digitales de mi supuesto cadáver, en seccionar el maxilar superior y desarticular la mandíbula, prepararla adecuadamente y enviarla al odontólogo forense de shipiajul mi pueblo natal, para determinar si se trata de mi cuerpo muerto.
Soy Austus la valiente guerrera, mi familia llena de angustia espera la respuesta con gran intriga y desesperación.
Sí así me llaman Austus la mujer valiente guerrera, por que aunque en la actualidad a pasado de moda la palabra guerrera, yo desciendo de la familia de Austus, ella fue mi tatarabuela y me llamaron igual a ella por ser inquieta, vivas y sonriente desde que salí del vientre de mi madre, Janet y el nombre de mi padre Efraín.
Soy hija única, desaparecí en los intentos por probar uno de esos aparatos, que dicen, serán los mejores modelos de avionetas de mi época.
Tengo solo 16 años, más soy pilota de prueba de vuelo, la primer mujer en atreverse a entrar al plan de pruebas para lo que se dice será la avioneta más rápida de nuestra época.
No tenemos idea, si algún día existirá un transporte aéreo más grande, ya que está pequeña avioneta, tiene capacidad para un piloto y dos personas más.
Solo yo iba en la avioneta de prueba, aparente era ya seguramente el mejor modelo de avioneta que existía, era la última prueba antes de salir a transportar a los ciudadanos.
Existía ya una lista selecta de personas con mucha anticipación para ser trasportados, claro le daban prioridad a las personas más importantes en el comercio, para ser los primeros, por sus eventos comerciales de renombre, esto le daría una mejor propaganda al nuevo trasporte.
Pero de repente se escucha una explosión, después de media hora de haber despegado de tierra, la avioneta perdió el ala derecha, su motor se detuvo y empezó a incendiarse, parecía que todo estaba perdido, la explosión de la avioneta ya no tenia solución alguna, se estrellaría sin remedio alguno.
Un momento angustiante para mí, que pasaría con mis padres, si moría, era su hija única, pensé.
La explosión de la avioneta fue sobre el bosque denso de mi tierra shipiajul, que significa lugar alto, logre saltar de la avioneta con mi pequeño paracaídas, nadie logro ver, por lo denso del bosque.
Lamento la muerte de Tere una de las guardas osadas del bosque, quien fue en realidad la muerta en este accidente, al caerle parte de la avioneta en llamas, la quemo en pocos minutos.
La vi morir de lejos, llore, la impotencia me lleno el alma, mis huesos se estremecieron, la piel se me erizó, todo mi cuerpo temblaba, al no poder socórrela, ya que mi paracaídas aun no llegaba a tierra, a lo lejos escuche el susurro de sus gritos de auxilio.
Logre llegar a una pequeña área donde no habían arboles pegados unos tras otro, estaban separados entre si, desorientada estaba yo Austus porque me encontraba ubicada posiblemente un poco más allá de la mitad de nuestro enorme bosque.
El viento corría tan fuerte cuando sucedió el accidente, que aunque el suceso no fue tan lejos al comienzo del bosque, me adentro tanto, antes de descender, que aunque fue mi salvación, me encontraba sola, perdida, en la parte a la cual nadie se había atrevido a llegar, ni siquiera aparecía en los mapas, esta parte del bosque.
¿Qué clase de animales me encontraría? ¿Cómo encontraría la dirección para salir del bosque? ¿Me encontrarían pronto?, una cosa es segura…
Tengo que hacer honor al nombre de mi tatarabuela, que figura en la historia como una mujer sorprendente que lucho hasta los últimos momentos de su vida, dejando un legado hermoso de honradez, esfuerzo, determinación, valentía y muchas historias de victorias aun siendo mujer, en un mundo hostil, que en algunos casos discrimina el hecho de ser mujer.
El Patólogo Forense, determina que se lamenta la muerte de Teresita la osada guardia del bosque.
Declaran que todos los presentes en su memoria den 15 minutos de silencio, recuerden su labor y valentía, como guarda de esa área del bosque en que ocurrió, el lamentable accidente.
Una gran cantidad de personas que esperaban el aterrizaje de la avioneta, fueron los primeros en enterarse del fallecimiento de Teresita y mi desaparición, no tomo mucho tiempo, para que todos los del pueblo, se enteren de la tragedia.
Mi familia tiene la esperanza que me encuentren viva.
Rumoran por todas partes que de buenos principios, valores y valentía estaba armada mi tatarabuela y toda su familia, es decir la mía, ha ido de generación en generación, conservando esa línea de valores, principios y valentía.
Que se transmitieron, los cuales en mi familia son comunes, parte de nuestra vida diaria y tradición.
No perderé la esperanza, por que de valentía y esfuerzo no carezco.
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