Sirviéndome la ultima rebanada de tregua, por un momento creí que las cosas funcionaban así, tomé tu mano sin pensar que la incandescencia de un solo roce haría temblar por un segundo mi ser, ese período de tiempo desencadenó una sensación nunca antes considerada, ahora la intranquilidad de no verte sacude mis pies, la independencia de sentimientos hace comprender que no me compete saber lo que pienses. Será tal vez en la última vez que me viste. No me importa, lo trascendental es vivir cada instante como si estuvieses aquí, la impaciencia monta alegorías burdas tras comprender que mi designio es contrario a tu voluntad, al no perderte de vista mi ser predice honestidad, y al tentar tus planos anatómicos mi memoria pierde el único cerillo seco y lo soluciona con la combustión de tu recuerdo, pero te confieso que no existe nada sin tu estampa fulgurosa activada en tiempo presente, solo así alcanzo la visión de tu ser completo sin dubitaciones, los sentidos pasan junto a ti, dicen que al amar estos se unen y alcanzan la corona del gozo, pero ¿cómo averiguarlo?; solo si el destino propone un nuevo encuentro, entonces comprenderé lo siguiente , ¿es un beso o solo una decepción más?, al final nada se puede perder, solo esta sensación, que tras el despecho de una negativa congruente manifestará su critica o quizá el beneplácito quede plasmado en regodeo, mi mente no se anticipa a ese evento, pero hasta entonces pensare en ti. |