Ahora vivo feliz.
Fueron 10 años de matrimonio, sin hijos solo insultos, malos tratos. Mi esposo Raúl tiene mi edad 33 años, un hombre de negocios, titulado lleno de amigos ricos, es mal hombre borracho, mal esposo y por supuesto mal amante. Cada vez que tenemos sexo me da igual sentir o no sentir, pero siempre el es que lo disfruta, yo no. Raúl me ha engañado más de tres veces con mujeres y eso me disgusta, mi nombre es Mariela, soy titulada pero nunca trabajé. Raúl fue mi primer novio y con el me casé, pero no hemos tenido hijos. No me gusta el rol de vida que llevo, ya que yo me esmero en que la casa este limpia, hacer la comida y la cena, pero cuando llega Raúl de la oficina siempre me ofende y le pone algún pero a la cena y mejor se va a dormir. Pero cuando nos vamos a dormir nunca puedo llegar tarde a la cama ya que Raúl no le gusta que lo toque en la cama y menos que lo destape. A si que duermo en el borde de la cama destapada mientras el duerme a lo ancho de la cama y bien tapado. Los viernes Raúl de la oficina se pasa a tomar a una cantina, y siempre llega borracho, y me insulta y me humilla diciéndome que le doy asco. Un día llego por la noche sin decir ni buenas noches se metió al cuarto y me dejo afuera. Así que tuve que dormir en la sala, por la noche el salio en silencio con una maleta en la mano y se fue sin dar explicaciones. Tras pasar una semana sola, en casa reflexione muchas cosas, y decidí empezar a salir con amigos, y busque en una red social, con ciertos intereses. Me empecé a arreglar, y volverme coqueta. Y conocí a un joven 8 años menor que yo Carlos, muy guapo y atractivo, empezamos a salir y después de algunos cariñitos en un bar que era de la propiedad de mi mejor amiga nos fuimos a una hotel y tuvimos sexo, por primera vez me sentí amada y respetada, mientras el tocaba mis pechos me hablaba al oído diciendo una linda poesía. Besó mis labios con mucha delicadeza, me decía que era una mujer hermosa y delicada. Disfrute el orgasmo, llegue al orgasmo después de muchos años, sentía como mi sangre se acumulaba en mis muslos y el apretaba mas sus caderas con las mías, yo escuchaba sus gemidos y su suave respiro sobre mi iodo, yo sentía su espalda, su cabello ondulado, el tocaba mi cadera, su lengua pasó por mis pechos, y después mi ombligo y llego a mi vagina que estaba húmeda. Yo gritaba, mientras el me levanto y me llevo enfrente del espejo, para poder penetrarme por atrás, tocaba mis pechos y me sonreía, tocaba mis orejas y mi cuello, para cerrar con broche de oro un lindo beso en la frente. Por la mañana estaba una flor enfrente de mi almohada, con una nota, que decía “te amo” me levante y desayunamos juntos, después de fui, nos seguimos encontrando pero solo por Chat. Yo le ayudaba a el, en algunas dudas que el tenia sobre algunas materias. Un sábado Raúl mi esposo, llego nos fuimos a dormir y tuve sexo con el pero me dio asco. Así que me lo quite de encima y me Salí a la sala, y me cerro la puerta de la recama, me puse un pantalón que tenia en el patio, me lleve mi computadora y una maleta que ya tenia preparada, ya que sabia que esto iba a pasar, y fui a casa de mi amiga Rocío, y hablamos de muchas cosas. Me divorcie pero deje de ver un tiempo a Carlos, para dejar en claro mi vida y lo que esperaba de ella, fui a un centro de ayuda, fui con una psicóloga, la cual me ayudo a enfrentar enta situación, un amigo que me encontré en la calle, me dijo que estaban buscando gente en una empresa a si que fui y me dieron el trabajo de inmediato, mi vida cambio, pero solo económicamente, pero necesitaba de caricias y afecto, un vienes me encontré en el chat a Carlos, y lo primero que hizo fue dedicarme una poesía, hablamos muy a gusto, y así fueron muchos meses mas, hasta que decidimos un día vernos de nuevo y empezar una linda amistad conocernos, viajar, y después formalizar una relación, actualmente llevo con el 20 años no tenemos hijos, pero así estamos bien, no vivimos juntos pero si pasamos un fin de semana en su casa y otro en mi casa, cada vez que tenemos sexo, me trata muy delicadamente, me hace sentir cada noche que ahora vivo feliz.
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