Que no me deje tu ausencia Sinsabores amargos Y aquiete el alma desbocada ...Sé que jamás volverás. Mejor, déjame el olvido Saturado de emociones nuevas Y entre todas ellas una que me haga despertar. No te lloraré porque ya no eres Ni arrojaré lamentos a un jamás Menos le gritaré al alba tu nombre con una tonada de pasión rugiente. Mitigaré con savia las penumbras que el escarnio provoque, retomando el vuelo que en pausa entre mis manos quedare. El sosiego aquietará las márgenes de mis ríos seré la hembra de renovados bríos renaceré como Venus en el umbral de una nueva voz.
Texto agregado el 17-07-2011, y leído por 120 visitantes. (3 votos)