Un trozo de cielo que arrulle tus días
Un rayo de luz que alumbre tu habitación
Es lo que te ofrece esta poesía,
Es lo que ofrece un sueño, una canción.

Tu rostro en tinieblas se opaca y escapa
De mí vista tu hermoso pensamiento
Dame una guía a tu corazón, un mapa
Una estela marina, una señal en el viento.

Voy hacia tu felicidad y apresuro mis pasos,
Debo salvarla, debo rescatarla, antes
Que sea tarde y la tristeza la haga pedazos,
Antes que olvides que eres dulcinea de éste cervantes.

Cansadas están mis palabras y agotados mis versos
De querer dar luz a olvidados fantasmas
Que abominan mi calma y rechazan mis besos
Destruyen mi yelmo, mi escudo mis armas.
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Una cosa más podré regalarte para que sonrías,
Mi sonrisa es tuya, mi corazón también
Mi felicidad te doy, pues insensatos son mis días
Si aún de la tristeza eres rehén.