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… con ustedes otro interesante capítulo de nuestra serie radiofónica:

“El misterio de…”

Con el capítulo:

“El misterio de…(sshhiiiiirrrrsshhiiiirrrmmmsssiiirrrmm)”

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Eran las 12:30 de una calurosa tarde de viernes de verano, en una céntrica zona de la Ciudad, cuando … apunto estaba de develarse el más desconcertante de los misterios.

Pero, pongamos nuestra atención en esa lujosa casa de oficinas, sí, allá, en la ventana del primer piso, esa de donde una sombra subrepticiamente se yergue para exclamar, con voz profunda y grave, tratando inútilmente de ocultar el quebranto de dolor que de su garganta finalmente escapa:

- pero, ¿quién ha sido? -

- Quieeeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnnnn?– Imperativa exclamación retumbó en las paredes de aquella casona.

En ese momento, ante tan potente imprecación, todos los que en aquel lugar presentes se encontraban, de golpe se detuvieron, se inmovilizaron, cual maniquíes estupefactos por la impresión:

- ¡Cómo! – dijeron unos,
- ¡No era posible! - exclamaron otros.

Cual escena de tragedia griega, todos dirigieron su vista hacia arriba con las manos en el rostro, en muestra de evidente terror; ninguno de aquellos mortales se animaba a producir el más leve gemido que angustioso se comprimía en sus gargantas.

-¡Silencio!-
Hasta la leve brisa había desaparecido, como si se hubiera percatado de la tragedia que en ese momento se avecinaba.

-… le digo Doña Isabel que esto es inadmisible, noooooooo!?!?!?!?!?! -
- ¡Tiene que aparecer! -
- ¡¡¡Descubra al culpable y tráigalo ante mí!!! –
- ¡¡¡lo haré pagar su osadía!!! –

Increpaba la de la voz con las manos crispadas por la cólera que las invadía.

El fuego que de aquellos ojos salía era prueba inequívoca de que se aproximaba una tragedia.

En ese momento todos los presentes intentaron moverse, cual ratones a punto de naufragar, pues presentían lo peor. Los minutos trascurrieron angustiosos, los nervios crispados, las expresiones desencajadas en los rostros: - ¿qué pasaría?-

Cuando, tan de repente, ¡otro grito!, esta vez agudo y estridente:

- ¡Chaveliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! -

- ¡… shhh Chavelita, Chavelita, le habla la Contadora!, -

- ¡shhh, no hagan ruido!, -

- ¡por favor suba Chavelita, por favor, no le impaciente más …!- exclamaban angustiosamente ante la incertidumbre.

El más osado de los presentes, Segismundito, se apostó lo más cerca que pudo de la puerta entrecerrada del primer piso para escuchar lo que más tarde nos relataría:

- … ¡¡¡no!!!, ¡¡¡no!!!, Chavelita, ¡le digo que no!!! -

- Pero contadora, yo … -

- …

- ¡sí, eso, eso debió de haber sido,...; salga y de ésto no comente nada Chavelita! -

- ¿Qué no comente nada?, pero como cree contadora!, …

- ¡Con su permiso contadora! –

- ¡Ande, ande Chavelita! -

Estupefacta Doña Isabel de los Montes y Urales, salio de la habitación, cerrando tras de sí la pesada puerta de madera y, lentamente, descendió por las escaleras de caracol que separaban la planta baja de aquella sombra siniestra que, con pesado golpe, se apoltronó en su mullido sillón, para continuar…- chrzsss chrzsss chrzsss chrzsss-

Mientras tanto, el resto de los mortales esperaba con ansia a que Doña Isabel de los Montes y Urales (Chavelita para los cuates) descendiera y nos sacara de tan angustiosa duda: ¿¡¡¡que había sucedido!!!?

Lentos y pausados se escuchaban los pasitos de Chavelita, quien al entrar al hall, donde nos encontrábamos todos, suspiró y con voz, al principio inaudible, refirió:

- “&”$%&$$””$&”…che Contadora, ya tiene Alzheimer, no se acordaba que ella misma fue quien anoche se “jambó” su propio yogurt, y todavía quería que buscara bajo tierra y cielo quien había sido, vaaaaaaaaah;

- ¿pasan ustedes a creer?, por semejante tontería …!!!!!!!

Sí, atónitos quedamos todos ante tan absurda explicación …

- ¡Y por eso tanto grito! – dijo uno.

- ¡Vieja loca! – dijo otro.

- Y todo por un yogurt, y que para colmo era light - concluyó Segismundito

... y así, paulatinamente, entre comentarios sarcásticos y jocosos, se fue disipando la tensión de aquella tarde de verano.

- 14:00 … ¡vamos a cobrar que ya es tarde y …! -

... todo volvía a la normalidad; solo en la planta alta, en aquella ventana que ya he referido, se alcanzaba a observar la misma sombra que, encorvada sobre sí misma, hurgaba en algo, no sabría decirles en qué, por que solo se oía el desagradable rasguido que produce la fricción de las bolsas metálicas de frituras : - chrzsss chrzsss chrzsss chrzsss-

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Este ha sido otro de nuestros interesantes capítulos de su serie radiofónica: “El misterio de…”

Con otro interesante capítulo:
“El misterio de … ¿quién se comió el yogurt de la contadora?


No se pierda la próxima semana el siguiente de la serie, en que el misterio y la intriga lo mantendrán al ¡¡¡borde … de su asiento!!!.



Ha tenido el gusto de narrar para ustedes, Ailed Zull Zayhev; muy amables por su atención.


Ailed Zull Zayhev ©

Texto agregado el 16-07-2011, y leído por 282 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
19-07-2011 jajaja está buenísimo. Gracias por hacerme pasar un buen rato. Un beso y mis estrellas. Magda gmmagdalena
16-07-2011 Jajajaja,muy bueno! Espero el próximo glori
16-07-2011 Eso pasa, me pasa a mi, busco mi café, no puedo desconfiar de nadie... la única prueba de que ya consumí es la taza en la pileta.A veces pierdo los anteojos, pero es el espejo es una gran ayuda. Gracias por el humor. azucenami
 
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