Miguel está inquieto, le preocupa Paula su mujer muchas veces le ha pedido ir a Buenos Aires y el se disculpó con infaltables motivos, así que ahora que el soñaba despierto con ir a ver la Roja de Chile,esto se le convertía en obsesión y su poder de concentración disminuía, Alfredo su amigo lo había notado y conocía el motivö:-¿Que te dijo la Paulita?
-Es que no le he dicho.
Solucionado el problema con Paula su mujer, con las promesa de llevarla en dos años más a conocer Buenos Aires. Pena que a ti no te guste el fútbol.
Miguel partió inundado de felicidad a San Juan
en compañía de su amigo.Se desgañitó gritando en el Estadio. Jubiloso sintió que era un pájaro que podía volar. Se sentía otra persona, como que tenía el mundo en sus manos.
Regresó dichoso, aunque pensaba que el avión no avanzaba y la cara de Pauli se desvanecía y a veces, no sabía porque estaba tan nervioso. A lo más que a su mujer no le gustaran los dos obsequios de poco valor que le llevaba, habiendo tantas cosas que serían más lindas para ella. Podría suceder que se alegrara, eso si sería una sorpresa para él.

Descendió del taxi y ella no se dió cuenta, creería que vendría por tierra.
Suavemente abrió la puerta y caminó por el pasillo. Estaría con jaqueca en cama porque sentia el ruido del televisor. La puerta de la habitación estaba sin cerrar. En el velador una botella y un hombre fumaba en su cama y la cabeza de Paula descansando en el hombro de el...