En el momento inmediato en que las palabras sentenciales se estrellen en sus oídos proceder como se detalla a continuación:
Tomarse la frente con una mano y mirar al suelo consternado(a), acto seguido buscar con urgencia un lugar donde sentarse, ponerse la mano en la boca, todo esto sin dejar de mirar al suelo.
Inspirar y espirar profundamente.
Imaginar en el consiente que nada de esto está sucediendo, que sólo es un simulacro y una advertencia para comenzar a hacer las cosas de mejor manera.
Espirar nuevamente.
Levantar la mirada levemente, sólo hasta el nivel de los zapatos de su interlocutor(a), quitarse la mano de la boca y ponerla nuevamente sobre la frente si usted es hombre o sobre el pecho si usted es mujer.
Preguntar con voz quebrada en busca de una respuesta medianamente elocuente:
-¿y entonces?-
Escuchar la respuesta atentamente, esta vez enfrentando los ojos de su interlocutor(a). Si las respuestas emanadas no son honestas deberían sonar más o menos de la siguiente manera:
• No eres tú, soy yo
• Necesito un tiempo
• Si hasta tú te diste cuenta que esto no daba para más.
• Encontrarás un(a) mejor que yo.
Si por el contrario, las respuestas son honestas y por ende merecen su más íntegra atención, deberían sonar más o menos como sigue:
• Mi corazón aún está verde y sólo tengo voluntad para amarme a mí mismo(a)
• No era el sueño que soñé y necesito una huida o un reembolso.
• Esto es un exorcismo para curar mis anteriores malas pasiones.
• Soy una fábula ambulante y tu corazón deshecho es la moraleja del día.
Sabrá usted entonces que el despedace de un corazón es un acto poético o práctico según la honestidad de su interlocutor (a).
Ante el acto práctico debe usted proceder de la siguiente manera:
• Como se indicó al principio, asumir que esto es un simulacro, porque el corazón aunque es un musculo flexible, cada cierto tiempo hay que ponerlo a prueba o al menos forzarlo bien en un rodaje previo (léase sexo con arrepentimiento o enamoramiento desbalanceado, amor platónico por el maestro o maestra de secundaria,etc). El simulacro debería ayudarle a crear un leve poder de advenimiento mental y así usted podría analizar diferentes escenarios y sus consiguientes balances y/o desquites.
• Actuar un show de proporciones (por que le montaje ya lo puso el interlocutor) con histeria y golpes en el pecho de su ex en el caso de las mujeres y con risa irónica y de cansancio, monosílabos y comparaciones odiosas con las amantes anteriores en el caso de los hombres.
• Buscar como compensar el tiempo perdido porque la realidad manchada de mentiras es como un minuto de 37,5 segundos.
Ante el acto poético las instrucciones así siguen:
• Tratar de encontrar el punto en donde la realidad y la ficción se mezclaron y lo(a) dejaron pajareando al garete.
• Valorar la honestidad de su interlocutor(a) por que el amor sin mentirillas se llama amistad con ventaja y es más celebérrimo cien amigos(as) que un adulterio.
• Hacerse a la idea que por alguna razón excesivamente práctica usted terminó perdiendo ese dulce ser poético que ahora le está dando una patada en el culo.
• Lea poesía, póngase al día.
(1) No existen instrucciones poéticas por cuanto la poesía está al servicio de la conquista, el galanteo y la ensoñación y para todo lo relativo a la desconquista, el desgalanteo y la desensoñación están la crítica, los(as) canallas y los(as) cobardes.
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