Estoy sentada en la silla mecedora mirando a través de la ventana. Verde, solamente verde veo en ésta flora de la región pero a la vez, veo el vacío.
Pienso, recuerdo, revivo momentos; los veo pasar como en un film en
fracciones de segundos. Traigo a la memoria lugares , situaciones y dialogos. Reflexiono...
...Cómo pude crer que los sueños compartidos pudiesen llegar a convertirse
en realidad?
Cómo pude estar tan absorta en el romance y enamorada del amor mismo
que, encantada por la mítica imagen de ese amor vivenciado, pasé el tiempo inadvertida de lo que la vida verdaderamente me podría llegar a brindar.
Como en un cuento fantástico, los momentos vividos con plenitud y pasión desnudaron mi alma en ese juego amoroso que dos seres pueden llegar a experimentar cuando la necesidad por no sentir el vacío de la soledad hace
que se entreguemos mutuamente y sin darse cuenta realmente el daño
que se causa y el que nos producimos a nosotros mismos.
Me digo entonces: "nos comportamos con el otro al igual que los leones con
su presa, en ese afán de sentirnos bien acompañados y no solos. La
acechamos para más tarde asecharla.
Podemos devorarla con gran empeño y pasion pero también dejar con
indiferencia "partes"de ella para saciar nuestro apetito más tarde cuando ... nuevamente nos vuelva el hambre.
Atacamos y nos defendemos con las mismas garras que esos felinos, hiriendo
e hiriéndonos, y seguidamente nos echarnos a dormir tranquilos y serenos
como si nada hubiese sucedido sabiendo que, aún, nos queda más por
degustar.
La sangre brota de las heridas. Lentamente, tibia y cálida ;nos arde, nos
quema dejando marcas en la piel al igual que las palabras que se
dicen los enamorados. Éstas hieren profundamente dejando huellas en el que
no es correspondido.
Los leones comen hasta hartarse destrozando la presa, asi tb puede el amor
ser un igual; en él nos alimentamos de ternura y dedicación pero si nos hace
falta dignidad y respeto el amor nos destroza poco a poco aniquilándonos.
Asi, comparándome con el magnífico león y con el amor tan grande que llevo
dentro, nada me impide ahora no sentir arrepentimiento por lo vivido ; solo
impone la situación actual un cambio. El olvido, la destrucción de lo creado y
de los sentimientos involuntariamente alcanzados deben llegar a un fin para
"no ser devorada" por completo, perdiendo asi mi autoestima.

No es fácil destruir un castillo en el aire ni hacer que el león
dentro de ésta
alma se sienta derrotado. Sé solamente que lo debo hacer; por amor propio
y por una vida mejor!
Debo seguir definitivamente el camino que mi corazón y sensatez me indiquen.
Viendo y aceptando las diferencias podré logralo!!!!!!!!!!

Mia Minmina
(derechos reservados)