Nada mas que la fe lo supo
la certeza fascinante de lo invisible,
locura viva, honda, milagrosa
la loca convicción de un será posible…

Quien daba más por mí que yo mismo?
quien supo en realidad que no fue la suerte?
busque mi sueño, mi deseo, mi milagro
y me encontré en esa vida el escape de la muerte.

Amor vagabundo callejero y loco
sin mas tesoros que el corazón de un guerrero,
derribó los muros levantados en antaño
que enclaustraron por calendarios el corazón entero.

El suave murmullo que ahora queda
es el remanente vivo de una ausencia,
en su sitio, ahora, la luz no brilla
en su silla vacía ya no reina su presencia.

La distancia y el olvido acechan como fantasmas
amedrantan la pasión y la quieren contener,
orquestan con denuedo contra aquello que no saben
que ya ni el mismo diablo lo puede detener.

Oh el sueño compartido entre almas que se claman
Oh esperanza mía que no quieren que me nombres…
Aquí estaré por ti esperando y ten presente
Que lo que Dios unió no lo separaran los hombres…