Tus labios son las puertas del paraíso al que tengo la entrada prohibida.
Son un monumento a la gloria, al deseo. Tan orgásmicos al tacto!!!.
Labios pecadores de lujuria, que despiertan los sentidos deleitándolos.
Labios que han besado tantos labios.
Labios que abrazaron tantas otras bocas que los codiciaron.
Labios que en tus ojos leí, no decian la verdad.
Hoy dejaron de ser, lo que yo aseguraba era mi octaba maravilla, porque permanecieron congelados en mi mente, en ese instante rotundo en el que me mentiste... perdiendo su encanto... volviéndose vulgares...
No sé si te diste cuenta: tus ojos no saben de enganios, no ocultan las mentiras que recitas y me bastó solo una mirada para que me dijeras todo... un instante.